PSOE e IU mantienen su oposicion frontal al proyecto

Desaparecido el coste estándar, la oposición se queda sin «argumentos» para negar el apoyo a la reforma del ámbito municipal planeada por el Gobierno. Eso es lo que defendió Cristóbal Montoro desde la mesa del Consejo de Ministros. Pero el fiero rechazo del PSOE e Izquierda Unida al texto no se ha atemperado siquiera un poco. El responsable socialista de política municipal, Gaspar Zarrias, llegó a tildar el proyecto de «bodrio difícil de aplicar» y Cayo Lara aseguró que se trata de una «voladura controlada» del poder local para convertir «derechos en negocios».

Ambos insisten en que la reforma permitirá despojar directamente de competencias a los pequeños ayuntamientos y que, al poner sus atribuciones en manos de entidades sin capacidad para absorberlas, abrirá la puerta a una privatización masiva de servicios públicos.

«Ahora ya no se fija un coste estándar para, en caso de incumplimiento, quitar a estos ayuntamientos determinados servicios; ahora, directamente y desoyendo los mandatos constitucionales, se les sustraen competencias», alegó Zarrías.

Lara, por su parte, aseguró que el proyecto que finalmente ha aprobado el Ejecutivo aún más «regresivo» que los borradores que había estado manejando y se hizo eco de las informaciones que hablan de que su aplicación podría provocar la pérdida de hasta 200.000 puestos de trabajo en el ámbito municipal. «No vamos a consentir ni tolerar sin resistencia el desmantelamiento de la democracia municipal por un planteamiento ideológico del PP para favorecer los intereses y los negocios de unos pocos», dijo.