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François Hollande, con su homólogo esloveno Borut Pahor. :: AFP
MUNDO

Hollande, estrella de una cumbre de países balcánicos

El presidente francés acude a Eslovenia para apoyar los procesos de adhesión a la UE que han iniciado los Estados de la región

PACO SOTO
VARSOVIA.Actualizado:

Francia se decanta claramente a favor de la integración de los Balcanes occidentales en la Unión Europea. El presidente François Hollande escenificó ayer en Brdo pri Kranju, cerca de la capital de Eslovenia, Liubliana, su apoyo político a este proceso de adhesión al participar en una cumbre con los jefes de Estado de los países de la antigua Yugoslavia y Albania.

Durante el conflicto armado que desmembró al Estado federal yugoslavo, bajo el mandato del socialista François Mitterrand, Francia desempeñó un papel clave, como también lo tuvieron países europeos como Reino Unido y Alemania, y Estados Unidos. París se implicó activamente en buscar una solución, sobre todo en la guerra de Bosnia entre 1992 y 1995, pero en una primera etapa la diplomacia gala no ocultó sus preferencias por Serbia, mientras Alemania apoyó a Croacia.

Cada potencia escogió su aliado en función de sus intereses políticos y geoestratégicos. Dos décadas después, Yugoslavia ya no existe y los países que configuraron este Estado plurinacional aspiran a ser miembros de pleno derecho de la UE. De momento, sólo Eslovenia desde 2004 y Croacia desde el pasado 1 de julio son socios de la Unión.

La cumbre de Eslovenia fue convocada oficialmente por el presidente del país, Borut Pahor, y tuvo pleno respaldo de Croacia. Además de Pahor y Hollande, asistieron a la cita los jefes de Estado de Croacia, Ivo Josipovic; Serbia, Tomislav Nikolic; Kosovo, Atifete Jahjaga; Montenegro, Filip Vujanovic; Bosnia-Herzegovina, Zeljko Komsic; Macedonia, Gjorge Ivanov; y Albania, Bujar Nishani. Los países balcánicos que aspiran a ser miembros de la Europa comunitaria han iniciado un proceso de acercamiento a Bruselas, y es Serbia el que se encuentra en la fase más avanzada.

Sin precedentes

Según diversos analistas, esta cumbre demuestra la voluntad de normalizar las relaciones entre la UE y una parte de Europa del Este especialmente conflictiva en el siglo XX como son los Balcanes. La cita de Brdo pri Kranju es un acontecimiento inédito, porque es la primera vez que un presidente francés visita Eslovenia desde que este pequeño país consiguió la independencia en 1991.

En esta ocasión, Hollande viajó con el jefe de la diplomacia gala, Laurent Fabius. Hollande destacó que la «cumbre es un mensaje de esperanza para los pueblos de los Balcanes, que han vivido en su tierra una tragedia que ustedes están consiguiendo superar», y planteó la necesidad de llevar a cabo «reformas económicas», impulsar «la reconciliación y la cooperación regional» y dar una salida a los «conflictos que no están solucionados».

La presencia de los mandatarios serbio y kosovar en la cumbre es también un hecho de gran relevancia política que pone de manifiesto que ambos Estados soberanos han iniciado un proceso de acercamiento.

Hace tan solo unos meses ese encuentro habría sido impensable; en mayo no pudo llevarse a cabo una cumbre de naturaleza parecida en Macedonia debido al conflicto entre Belgrado y Pristina. En esa ocasión, Serbia presionó a Macedonia para que no invitara a Kosovo, lo que provocó la protesta de Croacia y Albania.