El equipo de sincronizada, durante su actuación en la final de la rutina libre./Michael Dalder (Reuters)
MundialeS de natación

España se cuelga su segunda plata

La prueba de rutina libre otorga la sexta medalla para el combinado nacional de 'sincro'

BARCELONA Actualizado: Guardar
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España no desaprovechó la ausencia de China, que ha decidido participar únicamente en el solo y en el dúo, al tratarse de un año postolímpico, y tras una gran actuación, llena de creatividad y energía, se colgó la medalla de plata en la prueba de equipo libre, la modalidad donde las españolas suelen destacar y donde son una potencia mundial.

La sexta presea de los campeonatos para el equipo español, un seis de seis, que este sábado se convertirá en siete de siete, la mejor actuación del combinado nacional en unos campeonatos del mundo, igualando la actuación de Roma 2009, dejó un sabor de boca muy bueno en el conjunto nacional, después de un año muy complicado, con polémicas y salidas imprevistas.

Desde los mundiales de 2009, el conjunto dirigido ahora por Esther Jaumà se ha renovado de manera radical. Ya no están ni Gemma Mengual ni Andrea Fuentes, pero el ocho español sigue siendo muy competitivo. Lleva una década en la élite, desde los anteriores mundiales de Barcelona, y todo apunta a que tiene cuerda para rato. El 94.23 de las españolas hizo justicia con una coreografía que las españolas estrenaban para estos campeonatos. Bajo los acordes oníricos de Salvador Niebla, nadaron al ritmo de Samsara, una pieza musical que camina entre el misticismo y la espiritualidad y que pretende representar el ciclo de la vida. Hubo algún desajuste en las formaciones, pero las figuras resultaron muy altas, con mucha fuerza, Alba Cabello acertó en los saltos y el final fue apoteósico. El ejercicio mejoró mucho respecto a la eliminatoria, a pesar de que los jueces solo vieron una décima de diferencia, y gustó mucho a las cerca de 8.000 personas que abarrotaron el Palau Sant Jordi y que vibraron con la fuerza de las españolas. Los técnicos de la selección temían que el miedo escénico pudiera afectar al ocho nacional, teniendo en cuenta que sus componentes son muy jóvenes, aunque fue todo lo contrario. Alucinaron con el calor del público y todas reconocieron que el apoyo de la gente, ya desde la cámara de salida, les dio alas y nadaron mucho mejor.

«Ha sido increíble», expresó Ona Carbonell, que en siete días se ha colgado seis medallas y se está metiendo una paliza que le vendrá muy bien para su carrera deportiva. «Hemos nadado muy bien, ha costado mucho, pero hemos cumplido el objetivo», dijo. «Ha sido muy emocionante», señaló Alba Cabello. «Hemos demostrado que este equipo vale la pena. El año ha sido muy duro, pero ahí estamos», remató Meritxell Mas. La seleccionadora, Esther Jaumà, debutante como máxima responsable del equipo, tras el despido de Anna Tarrés, cree que el conjunto nacional aún tiene margen de mejora. «Es un equipo joven que tiene mucho futuro», vaticinó.

Las españolas, que nadaron con Txell Mas, Paula Klamburg, Thais Henríquez, Marga Crespí, Ona Carbonell, Alba Cabello, Clara Basiana y Cristina Salvador, lo bordaron y metieron casi medio punto a las ucranianas, que fueron terceras, sin embargo quedaron muy lejos de las rusas, las dominadoras de la 'sincro' y que en estos mundiales se están mostrando intratables. Faltaba la gran diva de las piscinas, Svetlana Romashina, pero da igual. Las rusas tienen tanta calidad y son tan superiores que pueden prescindir de la mejor sirena del mundo, que se ha centrado en el solo y en el dúo. Rusia ejecutó de forma impecable un número que conoce a la perfección y que ya utilizó con éxito en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 para colgarse el oro. Nadan a una gran velocidad, a una gran altura y siempre están por encima del agua. Realizan ángulos imposibles con las piernas. Y lo que es peor, han renovado el equipo, lo que presume un dominio para al menos los próximos cinco años. Obtuvieron un 97.4, pero la complejidad de los movimientos merecía algo más.

La competición de la 'sincro' concluye este sábado con la prueba de combo, donde previsiblemente Rusia volverá a colgarse el oro y España y Ucrania le acompañarán en el cajón.