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MUNDO

Sangrienta transición en Egipto

Seguidores de Mursi denuncian la muerte a tiros de otros doce de sus miembros y continúan llamando a la protesta contra el golpe militar

M. AYESTARAN
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El presidente interino, Adly Mansur, tiene prisa por «pasar página en la historia de Egipto, sin rencor ni confrontación», pero han transcurrido más de dos semanas desde el golpe militar contra Mohamed Mursi y la transición sigue eclipsada por la violencia entre partidarios y detractores del primer mandatario democrático de la historia del país. Un grupo de diez expertos trabajará durante el próximo mes en el borrador de una nueva Constitución que sustituya a la aprobada por los ciudadanos en referéndum en diciembre, y el inicio de su trabajo coincidió con una nueva denuncia de «matanza» por parte de los Hermanos Musulmanes. «Los golpistas siguen asesinando a manifestantes pacíficos», aseguró la Hermandad en un comunicado después de la muerte de doce de sus seguidores, cifra confirmada por el Ministerio de Sanidad, en los choques que empezaron a última hora del lunes y se alargaron durante toda la noche dejando además 86 heridos.

La acampada que la Cofradía mantiene frente a la Universidad de El Cairo, la segunda protesta más importante de la capital tras la de Rabaa Al-Adawiya donde se refugian los líderes del grupo en busca y captura, fue el epicentro de los incidentes y al menos seis personas perdieron la vida, «la mayoría por disparos de francotiradores», denunció la formación islamista. El diario Al-Ahram informó de la quema de vehículos de manifestantes por «desconocidos, que abrieron fuego contra la multitud». Para la Hermandad, los «desconocidos» son «agentes de seguridad y matones a sueldo».

El otro incidente mortal se produjo en las inmediaciones de la plaza Tahrir cuando una manifestación proMursi se dirigía a la Embajada de Estados Unidos y estalló una batalla campal con los detractores del expresidente que ocupan el emblemático emplazamiento del centro de la capital. La intensidad de las movilizaciones que sacudieron también otras ciudades obligó a las autoridades a cerrar durante seis horas una de las carreteras que une El Cairo con Alejandría.

Violencia contra los coptos

Esta nueva oleada de violencia alarga la lista de «mártires» de unos Hermanos Musulmanes que piden la liberación de Mursi, al igual que la Unión Europea y la ONU, rechazan las nuevas instituciones y mantienen su llamamiento a las movilizaciones en todo Egipto para boicotear la transición.

La contundencia contra sus protestas denunciada por la Hermandad contrasta con el último informe de Amnistía Internacional (AI) que acusa a las fuerzas egipcias de «estar presentes, pero no intervenir durante un ataque brutal contra cristianos coptos en Luxor». La organización presentó una investigación sobre la muerte de cuatro personas en la aldea de Naga Hassan, al oeste de Luxor, unos 600 kilómetros al sur de El Cairo, la mañana del 5 de julio. El conflicto estalló cuando apareció el cuerpo sin vida de un vecino musulmán en un barrio con fuerte presencia cristiana y se extendió el rumor de que había muerto a manos de dos jóvenes de esta comunidad.

Las 18 horas posteriores, según los testimonios logrados por AI, se convirtieron en un asedio de vecinos musulmanes a casas y comercios de coptos que acabó con cuatro muertos y otros tantos heridos graves. El organismo subraya el doble rasero de las autoridades que en los últimos días «hicieron un uso innecesario de la fuerza o utilizaron munición real en manifestaciones; sin embargo, en este caso se mantuvieron al margen a pesar de que había vidas en peligro».