Puyol reconoce que el vestuario sigue «muy tocado»

El presidente culé, Sandro Rosell, definió la recaída del cáncer de Tito Vilanova como «un golpe durísimo para el Barça» y remarcaba que el club «siempre» había superado los momentos difíciles y que la renuncia del entrenador del primer equipo para recuperarse de su enfermedad no iba a ser «una excepción».

Pero el proceso para superar el duelo por el inesperado varapalo recibido va a ser complicado y difícil de cerrar. Sobre todo para un vestuario que sigue «muy tocado», como reconoció el capitán, Carles Puyol, en la rueda de prensa que ofreció ayer. El veterano defensa confirmó que el revés es «incluso más fuerte y más duro» para los componentes de la plantilla que los dos anteriores –el primero, cuando se le detectó el tumor a Vilanova en noviembre de 2011, y en las pasadas navidades, cuando se trató durante dos meses en Nueva York–.

Sin embargo, el jugador trasladó a Tito todo el apoyo de sus jugadores. «Le tenemos muy presente y le enviamos mucha fuerza. Está fuerte y con ganas de luchar y sabe que estaremos a su lado en todo momento», explicó Puyol, que desveló que el objetivo ahora era cumplir los deseos que el técnico les trasladó en su despedida, cuando les demandó que dieran «todo por el club» porque era la mejor forma de ayudarle.

La salida de Vilanova y la necesidad de ocupar cuanto antes el hueco dejado en el banquillo desató los rumores y los nombres de decenas de candidatos, aunque finalmente fue Tata Martino el elegido. Puyol, antes de que se conociera la noticia del fichaje del argentino, destacó del exseleccionador paraguayo que era «un buen técnico al que le gusta el juego del Barça».

Además, tras la incorporación a la plantilla de Neymar –«un joven que ya ha disputado partidos importantes y que está preparado para jugar en el Barcelona»–, el internacional español bendijo la posible adquisición de Thiago Silva y vio con buenos ojos que se refuerce la posición de central con «uno de los mejores defensores del mundo», pese a que se convertiría en un rival para ocupar un puesto de titular en la zaga culé.