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Las dos cooperantes ya están en casa, «muy débiles pero animadas»
Sus familiares y la vicepresidenta reciben en la más estricta intimidad a las secuestradas en Kenia
MADRID. Actualizado: GuardarMontserrat Serra y Blanca Thiebaut, las dos cooperantes liberadas el jueves en Somalia tras 21 meses de cautiverio, llegaron ayer a Madrid. El avión militar que les recogió en Yibuti, donde fueron trasladadas tras su liberación, tomó tierra en la base aérea de Torrejón de Ardoz a las cuatro de la tarde. Allí fueron recibidas por sus familiares y la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría.
La número dos del Gobierno celebró la liberación de las dos integrantes de Médicos Sin Fronteras tras el Consejo de Ministros, en la que además resaltó la «buena comunicación» existente entre las distintas partes implicadas durante un proceso «muy largo y muy complejo». La ONG en la que ambas trabajaban en el momento del secuestro calificó a su vez esta colaboración de «constructiva», en palabras de su presidente, José Antonio Bastos.
El máximo dirigente de Médicos Sin Fronteras en España instó a los medios de comunicación a mantener la discreción con la que han tratado el cautiverio hasta ahora, postura que agradeció «sinceramente», y a «respetar la privacidad» de las trabajadoras humanitarias y sus familias. Bastos reiteró en nombre de la ONG «la condena enérgica» del ataque que, añadió, ha motivado un «replanteamiento» de la estrategia a seguir en esta conflictiva zona de África.
Inés Thiebaut, hermana de Blanca y que acompañó a Bastos durante la comparecencia, afirmó que ambas mujeres se encuentran «bien de ánimo» aunque «muy débiles». «Ahora lo importante es conceder el espacio y tiempo necesarios para cuidarlas y ayudarlas», añadió.
Máxima cautela
La prudencia ha sido una constante en la operación. El presidente de la ONG, interpelado sobre la posible entrega de un rescate a cambio de su liberación, evitó dar detalles ya que «cualquier revelación podría poner en peligro la vida de otros cooperantes secuestrados», aunque reconoció que han tenido tiempo para «preparar la operación». Tampoco ha trascendido la identidad de los captores, asociada en distintos momentos a una milicia radical próxima a Al-Qaida y a la piratería somalí. Ambas hipótesis quedaron rápidamente descartadas.
Montserrat Serra, profesora de instituto nacida en Palafrugell (Gerona) hace 42 años y Blanca Thiebaut, ingeniero técnico agrícola natural de Madrid, de 31, participaban en la logística de la construcción de un hospital de atención primaria en el campo de refugiados de Dabaad, al este de Kenia. Aquel 13 de octubre de 2011 se desplazaban en un vehículo a través del campamento cuando fueron abordadas por tres hombres armados.
Tras un tiroteo que costó la vida del conductor, los asaltantes condujeron a las españolas a Somalia, país envuelto en una guerra cruenta desde hace más de veinte años. Allí permanecieron desde entonces, según confirmó Médicos Sin Fronteras el pasado junio.