Griñán afirma ahora que no hay «razones» para un adelanto electoral en Andalucía

La posibilidad de un adelanto electoral si Izquierda Unida rompía el pacto fue una de las razones esgrimidas por José Antonio Griñán para convocar las primarias exprés que se han resuelto con Susana Díaz como candidata del PSOE a la presidencia de la Junta. Pasadas las primarias, el presidente de la Junta de Andalucía no ha tardado ni 24 horas en afirmar que no hay «razones ahora mismo» para unas elecciones anticipadas puesto que hay estabilidad de gobierno con el socio Izquierda Unida. Así de rotundo se mostró ayer el presidente en Monturque (Córdoba).

Griñán desveló haber hablado con el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, y con el coordinador general de IU-CA, Antonio Maíllo, y haber llegado a la conclusión de que el pacto marcha sobre ruedas. «Coincidimos, prácticamente, en que el pacto de gobierno va bien, pues se están cumpliendo milimétricamente los acuerdos que se pactaron en su día», afirmó, según recoge Europa Press.

El presidente había advertido en una entrevista en este periódico que en un pacto de gobierno con otra fuerza «siempre hay incertidumbres» y razonó posibles discrepancias en la elaboración de los presupuestos que pudieran dar al traste con la estabilidad. Otros responsables socialistas habían advertido también del temor a que con la entrada de Maíllo y otros jóvenes en la dirección IU se «radicalizara». En todo momento, Maíllo defendió, no obstante, su intención de garantizar la estabilidad del Gobierno.

Griñán, Valderas y Maíllo intercambiaron impresiones en el Parlamento el pasado miércoles, en un intervalo del pleno extraordinario y horas antes de que se confirmara que sólo Susana Díaz reunía los avales para convertirse en candidata en las primarias.

Griñán y Valderas sopesaron la nueva situación que se abre ahora en el Gobierno con Susana Díaz como candidata oficial del PSOE, lo que le otorga un nuevo protagonismo institucional. El vicepresidente de la Junta reconoció en Málaga que «negar que se abre un nuevo escenario político sería situarse en contra de la evidencia».

Valderas se refiere, sin mencionarlo, a la probabilidad de que en un momento determinado Griñán decida dejar la presidencia en manos de Díaz, algo que ningún cercano al mandatario andaluz descarta. Ante esta probabilidad, Valderas apuntó -sin tampoco mencionar el relevo- que en este caso se tendrían que «reactualizar de común acuerdo la hoja de ruta y las nuevas incorporaciones». Es decir, PSOE e IU habrían de renegociar el pacto de gobierno con posiblemente nuevas medidas. IU no pondrá reparos a la investidura de Susana Díaz, como ya señaló este periódico al comienzo de las primarias hace dos semanas.

La posibilidad de que Griñán se vaya no está sobre la mesa, insisten tanto fuentes de IU como del PSOE, pero ninguna niega que pueda ocurrir. Todas las fuentes apuntan al final de otoño, tras la aprobación de los Presupuestos de 2014. Provocar una investidura y crisis de gobierno en plena negociación de los presupuestos no parece lo lógico, salvo que imponderables como las decisiones de la jueza Alaya en el caso de los ERE precipite otra salida al presidente, señalan.

La dimisión de Griñán está, sin embargo, en el ambiente político. El PP lo utilizará a partir de ahora como arma de oposición. El portavoz en el Parlamento del grupo popular, Carlos Rojas, fue explícito: Exigió a Griñán que diga cuándo va a dejar la presidencia «a su heredera» y acabar con el «desgobierno» que, en su opinión, hay ya en la Junta de Andalucía.