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Don Juan Carlos, durante su intervención en la clausura del encuentro en Rabat./ Efe
visita a marruecos

El Rey, sobre su recuperación: «Ahora sólo pienso en mí»

El Monarca concluye hoy en Rabat su primer viaje oficial tras la operación de hernia discal

PAULA DE LAS HERAS
RABATActualizado:

Esta vez ha tardado cinco meses en volver a la actividad que, probablemente, más visibilidad le da y más impacto tangible reporta: ejercer como punta de lanza para los intereses españoles, fundamentalmente económicos pero también sociales y culturales, en el exterior. Dice el Rey que es que, ahora, quiere ir a su "ritmo", que no quiere tentar a la suerte tras su operación de hernia discal, la octava intervención a la que se ha tenido que someter en apenas tres años. "Ahora solo pienso en mi" aseguró anoche a los periodistas que cubren su visita oficial a Rabat.

Don Juan Carlos admitió que el año pasado -un año difícil para su imagen en el que, al caso Urdangarin, se sumó la crisis de su accidente en Botsuana- forzó demasiado la máquina. Se incorporó al trabajo, después de que le colocarán la prótesis de cadera, en un tiempo récord porque sentía una enorme presión. "Me empujaron en la Casa, dentro y fuera", dijo. "Corrí y así me fue". Ahora sostiene que no va a caer en el mismo error.

Pese a todo, el monarca ha estado sometido en los últimos tres días, cuatro con este jueves, a una intensa actividad de encuentros, reuniones y actos con el Rey Mohamed Vi, los empresarios, las autoridades políticas, los rectores universitarios... Y lo ha hecho en un momento en el que su imagen, que empezaba a estabilizarse, ha sufrido el revés de la imputación (y posterior des imputación) de la infanta.

Camina lento y con dificultad, aún apoyado en dos muletas, que, según dijo, no piensa soltar hasta que no gane "confianza". Si se exige demasiado, el esfuerzo le pasa factura. Anoche le faltaba el aire mientras intentaba leer su discurso ante la colectividad española en Marruecos porque se entretuvo a saludar a unas niñas y luego quiso 'correr'. Pero pese a todo se le ve satisfecho.

El monarca aseguró que el viaje a Marruecos, con el que España pretendía apuntalar el momento dulce que atraviesan sus relaciones y crear oportunidades de inversión y cooperación en distintos ámbitos, ha salido muy bien.

Su relación con este país, que visitó por primera vez en 1947, cuando apenas había cumplido nueve años, es profunda y sus lazos con Mohamed VI muy especiales. A eso, precisamente, le quería sacar rendimiento el Gobierno.

El Rey, sin embargo, no pudo dar buenas noticias a todo el mundo. En una breve charla con los españoles que han recibido niños marroquíes en régimen de acogida ('kafala') pero a los que las autoridades marroquíes no dejan salir del país advirtió de que el problema aún no está resuelto y "llevará tiempo". "En temas judiciales - dijo, pese a haber hablado del asunto con el monarca marroquí- no nos podemos meter"