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Al sur de la Sierra Morena

Antonio Ares Camerino
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El sur es pausado, calmoso y sin prisas. El sur es una forma de vivir, un sentimiento a flor de piel, una manera de comportarse. El sur es claridad, es luz de colores, es brillo en el aire. El sur es orilla, duna, es ola, espuma de mar, es brisa, caleta, calma chicha. El sur es campiña, vega, es huerto, es bosque. El sur es montaña, nieve, es sendero y cueva. El sur es pasión, es devoción, folclore y ritos, es embrujo y prendimiento. El sur es azahar, romero, es lavanda, mirto, es enebro, hierbabuena y albahaca. El sur es ganas, fuerza, es ilusión, tesón y perseverancia. El sur es rabioso, es furioso y vehemente. El sur es gracia, ocurrencia, desparpajo, es soltura, locuacidad y ganas de hablar. El sur es remolón, saleroso, es irónico, sabe esperar. El sur es sabiduría del mestizaje, pozo de antepasados que no se han ido, memoria en la piel y en el alma. El sur es trabajador, emprendedor y se remanga el primero, aunque otros se vendan mejor.

El sur entiende de paleta de colores, de notas musicales, sabe de metáforas, epítetos y metonimias. El sur tiene ojos almendrados de azabache, piel de color canela y pelo negro.

El sur es guitarra, cajón y palmas. El sur disfruta con el taconeo, con la bata de cola y se pirra por unas castañuelas que resuenan con eco celestial. El sur maneja el mantón como nadie y hace del abanico un lenguaje sin palabras. El sur es poeta, escritor, pintor, músico, artesano, ilustrado, es amante de las artes, virtuoso de la belleza. El sur vio nacer a Gerión y Argantonio, a los emperadores romanos Adriano, Trajano y Teodosio, al filósofo Séneca, al médico y rabino Maimóides y al almohade Averroes (Ibn Rushd).

El sur es lorquiano, albertiano, machadiano, cernudiano, y devoto de Juan Ramón y de Vicente. El sur tiene la sobriedad de las Soledades de Góngora y la gracia gaditana de Fernando Quiñones. El sur es boquerón, caballa, choquero, cañailla, y devoto militante de Camarón. El sur sabe de teatro, fue componente de la Compañía La Barraca, disfruta de unas pipas de girasol en un cine de verano a la luz de la luna y borda los sainetes. El sur es flamenco, fusión, música barroca y renacentista, ópera Carmen en Fábrica de Tabacos, Amor Brujo a la luz del atardecer en la Alhambra.

El sur fue maletilla, subalterno, banderillero, picador y maestro. Ahora está indeciso en la fiesta pero se encandila con un pasodoble en el tendío de sombra

El sur está de suerte, las letras españolas son nuestras, gracias al jerezano José Manuel Caballero Bonald y al ubetense Antonio Muñoz Molina.