Los cinco trucos que nunca te funcionarán en un control de alcoholemia
Ocho millones de conductores admiten haber utilizado 'recursos' que, sin embargo, no evitan que se dé positivo
MADRID Actualizado: GuardarLa cifra de fallecidos en la carretera ha disminuido de manera muy importante en los últimos años, pero pese a las campañas informativas, el número de accidentes mortales como consecuencia del consumo de alcohol no ha dejado de aumentar. De hecho, según el Instituto Nacional de Toxicología, el 35% de los fallecidos en accidentes de coche superaba los niveles de alcohol permitidos, un hecho que multiplica por nueve los riesgos.
Además, 2 de cada 3 conductores desconocen cuál es el límite permitido de alcoholemia (<0,25 mg/l de aire espirado) y el 94% no sabe el límite del delito penal (0,6 mg/l). De ahí se explica que el 66% de los conductores piensen que los controles de alcoholemia son una medida recaudatoria.
Pero en lugar de informarse, muchos prefieren, para no dar positivo en un control, recurrir a 'trucos' que no tienen ningún éxito. Según un estudio realizado por la aseguradora Linea Directa, 2,6 millones de conductores (alrededor del 10%) reconoce haber utilizado alguno de ellos. Los más usados, e inútiles, son estos:
1- Beber o chupar granos de café: aunque el café es un método para quitarnos el sueño de forma parcial, no funciona para reducir los niveles de alcohol en sangre. Existe la leyenda urbana de que chupar granos de café sirve para no dar positivo y por eso algunos bares dejan unos granos de café para los clientes, pero así no se consigue en ningún momento reducir los niveles de alcohol; tan solo cambiar el olor de la boca.
2- Hacer tiempo: esperar durante unas horas a que amaine la embriaguez sí funciona. El problema es que serían necesarias entre 6 y 9 horas para que el nivel de alcohol se reduzca de forma considerable y no la hora o dos horas que esperan de media los conductores.
3- Masticar chicle: ocurre lo mismo que con los granos de café. Nos quita el olor a alcohol pero no reduce sus niveles en el control de alcoholemia. Esto se debe a que el alcohol se encuentra en la sangre y, al soplar en el alcoholímetro, las muestras proceden de los torrentes sanguíneos de los pulmones.
4- Beber agua: es uno de los que 'más funciona' porque el sistema renal y la orina ayudan a evacuar el alcohol y a limpiar la sangre. El problema es que la cantidad de agua que tendríamos que beber para eliminar el alcohol y reducir el nivel hasta los límites legales sería enorme y, por tanto, este truco no funciona.
5- Hacer ejercicio antes del control: se puede llegar a pensar que funciona porque la sudoración es un método eficaz para eliminar toxinas de nuestro organismo, pero con hacer flexiones o marcarnos unos sprints solo conseguiremos cansarnos, marearnos y no reducir ni un miligramo los niveles de alcohol.
Los agentes encargados del tráfico han presenciado en mil ocasiones cómo se seguían estos trucos, y también otros peores. Entre los más descabellados que se han llegado a ver se encuentran algunos como masticar césped, lamer baterías de litio, chupar monedas de céntimos por su contenido en cobre o colocar la lengua pegada en el paladar mientras se sopla. Muchos también creen en el truco insensato de combinar al alcohol con drogas como la cocaína, lo que en realidad está aumentando el riesgo de accidente. Pero lo único que funciona de verdad es el 'si bebes, no conduzcas'.