El Rey y los ministros de Industria, Exteriores, Fomento y Justicia en un acto en Rabat. :: J. J. GUILLÉN / EFE
ESPAÑA

El Rey ofrece a Marruecos el apoyo de España para su modernización

Don Juan Carlos propone sacar partido de las «complementariedades» entre las economías de ambos países para afrontar la crisis

RABAT. Actualizado: Guardar
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El Rey abre puertas. Es lo que dicen los empresarios españoles y es a lo que se entregó don Juan Carlos ayer en la jornada principal de su visita de cuatro días a Rabat. El monarca aprovechó el foro empresarial 'Marruecos-España, un espacio de prosperidad compartida' para ofrecer a la élite económica y política del país vecino que se apoye en España tanto para su «modernización interior» como para aumentar su «proyección internacional. Un terreno en el que aún queda trabajo por hacer.

Marruecos es un destino de gran interés para las empresas españolas por varios motivos. A pesar de sus deficiencias estructurales, la valoración que hacen organismos internacionales, como el FMI, es positiva; el PIB lleva creciendo de forma sostenida al 4% varios años, es zona franca con incentivos a la inversión y, a diferencia de los países del entorno, es políticamente estable.

El vendaval de la primavera árabe fue aquí atemperado con un plan de reformas anunciado por Mohamed VI en marzo de 2011, que culminó con una nueva Constitución que acerca el funcionamiento de su reinado, siquiera un poco, a una monarquía parlamentaria. España cree que está ahora en mejores condiciones que nunca para ayudar a sacar partido a todo ese potencial.

«Los últimos años han puesto a prueba la resistencia de nuestro tejido económico y social. Nuestros dos gobiernos tienen en común la firme determinación de tomar medidas precisas en un contexto muy difícil», dijo el Rey. «Debemos saber aprovechar las complementariedades que existen entre nuestras economías y emprender juntos nuevos proyectos».

No hay en este viaje ningún objetivo concreto. No hay a la vista licitaciones en la que estén interesadas empresas determinadas ni ayer se firmó acuerdo intergubernamental alguno a pesar de que cinco ministros, el de Justicia, el del Interior, el de Industria y Turismo, la de Fomento y el de Exteriores, desembarcaron por la mañana en la capital marroquí para acompañar a don Juan Carlos y celebrar encuentros bilaterales con sus homólogos. Lo que sí existe es un profundo interés por consolidar y ampliar la presencia española en la zona. Y dados sus lazos con Mohamed VI, al que profesa trato de «sobrino», el Rey es la persona indicada para abonar el terreno.

El monarca, que, según las encuestas de la Zarzuela ha vuelto a sufrir un golpe en su popularidad a raíz de la imputación de la infanta Cristina, tiene en este viaje la oportunidad de lucir sus buenos oficios, probablemente, como en ningún otro sitio. Y no se han escatimado esfuerzos para ello. Ayer aterrizó en Rabat una apabullante comitiva formada por presidentes y consejeros delegados de las más importantes empresas españolas como Abengoa, OHL, Grupo Antolín, Talgo, Inditex, Endesa o Acciona.

Todos los de Exteriores

El Gobierno también ha echado el resto. Como símbolo de la importancia que se quería imprimir a este viaje, además de los cinco ministros citados, se unieron ayer al Rey todos los exministros de Exteriores de la democracia. Con ellos, visitó don Juan Carlos la tumba del abuelo del hoy monarca aluí, Mohamed V, un protocolo que siguen todas las personalidades extranjeras que visitan Rabat. Y también con ellos se acercó a los 'stands' de 'Marca España' en el mismo hotel en el que se celebró el encuentro empresarial.

Fue un día intenso en actividades, una prueba de fuego para don Juan Carlos, que siempre ha querido demostrar que se encuentra en condiciones físicas para seguir adelante tras ocho operaciones en apenas dos años, la última seguida de una baja parcial de casi cinco meses.

Aguantó ocho actos en un solo día apoyado en sus dos muletas. Desde la ofrenda floral de la mañana, a la cena oficial ofrecida por Mohamed VI a la delegación gubernamental, que partirá de vuelta a España de inmediato, pasando por la entrega de la copia digitalizada de los manuscritos árabes de la Biblioteca de El Escorial a la Biblioteca Nacional de Marruecos o la inauguración de la exposición '25 años de cooperación arqueológica hispano-marroquí'.