Las contradicciones de Bárcenas
Las declaraciones del extesorero del PP han variado radicalmente desde que se dieron a conocer sus «papeles»
Actualizado:«Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo». Este principio básico de la lógica aristotélica no casa bien con Luis Bárcenas, exgerente y extesorero del PP. Esto significa que o bien Luis Bárcenas mintió o se «equivocó» antes de dar su versión este lunes ante el juez Ruz, o bien miente o se «equivoca» en el momento de dar esta versión. En cualquiera de los casos, la palabra de Bárcenas no parece muy de fiar:
Lo que dijo hasta ayer
1. En mis años como gerente y posteriormente tesorero del Partido Popular, nunca se llevó ni por mí ni por ninguna otra persona registro alguno de entradas o salidas de fondos distintos a los declarados oficialmente por el partido.
2. Jamás se hizo entrega a ninguna de las personas que menciona el diario «El País», ni a ninguna otra, de cantidades que no hubieran sido oportunamente recogidas en la única contabilidad existente en el partido.
3. No existió tampoco en el partido donativo ni aportación alguna que no cumpliera la normativa vigente y/o que no fuera debidamente recogida en la contabilidad del partido e ingresada en la cuenta corriente de donativos.
4. Siento profundo pesar por el injusto daño que se quiere hacer con estas falsas informaciones a personas que, con Mariano Rajoy al frente, siempre me han demostrado una altura moral, profesional y personal, intachables.
Su nueva versión
1. Había un sistema establecido que consistía en el pago por parte de los empresarios de comisiones a cambio adjudicaciones; vosotros nos ayudáis con las campañas electorales y nosotros con los contratos. A mí me lo enseñó Rosendo Naseiro.
2. En marzo de 2010 entregué en mi despacho un sobresueldo en dinero negro de 25.000 euros a Mariano Rajoy y otros 25.000 a Dolores de Cospedal, dentro de un sobre marrón y en billetes de 500.
3. Los constructores daban el dinero en la sede de Génova 13 y, ocasionalmente, en un restaurante. Luego se ingresaba en el banco como si fuera una donación anónima: las cantidades se troceaban para que estuvieran por debajo del límite legal.
4. Villar Mir dio 300.000 euros para las elecciones generales de 2011. Como yo ya no era tesorero, el dinero negro se entregó a José Manuel Romay Beccaria con el conocimiento de Rajoy, ya que el donante estaba muy preocupado en que el presidente del partido lo supiera.
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