Las relaciones entre Rusia y EE UU dependen de la solución del 'caso Snowden'
Comienza la cuenta atrás para que el Kremlin decida si concede un asilo político temporal al extécnico de la NSA
MOSCÚ.Actualizado:Un día después de que el antiguo empleado de la NSA, Edward Snowden, solicitara a Rusia asilo político ante un grupo de abogados, activistas pro derechos humanos y diputados, la prensa y la opinión pública rusa se preguntan qué pasará entre Moscú y Washington si el presidente Vladímir Putin decide satisfacer la petición.
El diario Kommersant calificaba ayer de «catástrofe» lo que podría suceder en las relaciones con Estados Unidos, si Snowden recibe asilo en Rusia. Sin embargo, el rotativo Moskovski Komsomólets sostiene que a Moscú «le otorgará el asilo para contrariar al departamento de Estado» norteamericano.
Se da la circunstancia de que el presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó el viernes a Putin inmediatamente después de la petición de ayuda del ex empleado de la NSA y se habló del asunto. Washington ha exigido a Moscú desde el principio la extradición de Snowden y recalca que no debe permitírsele viajar a otro sitio que no sea Estados Unidos. «Ofrecer una plataforma de propaganda a Snowden iría en contra de declaraciones anteriores del Gobierno ruso sobre su neutralidad», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Añadió además que «también es incompatible con las garantías de Rusia de que el señor Snowden no dañará aún más los intereses estadounidenses».
Obama y Putin tienen previsto celebrar una cumbre en Moscú a comienzos de septiembre, pero los analistas no descartan que sea cancelada debido a un posible aumento de la tensión entre ambos países. El informático, que lleva en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo justo tres semanas, apareció el viernes por primera vez desde que llegó a Rusia. Prometió que cumpliría la condición impuesta por Putin de no perjudicar los intereses de Estados Unidos y aseguró que necesita el asilo sólo de forma «temporal», hasta que las circunstancias le permitan trasladarse a alguno de los países iberoamericanos que le han ofrecido acogida (Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia). Dijo que, en cualquier caso, se pasaría por esos cuatro estados para agradecer a sus respectivos mandatarios y a «sus gentes» la ayuda ofrecida.
No obstante, el jefe del Servicio de Inmigración ruso, Konstantín Romodánovski, advirtió ayer que «a día de hoy no hemos recibido ninguna solicitud de Snowden». «En caso de recibirla, será examinada de acuerdo con lo establecido por la ley», añadió Romodánovski. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también constató las palabras del responsable del Servicio de Inmigración y subrayó que éste organismo es al primero al que hay que dirigirse en petición de asilo. Lavrov quiso también dejar claro que «no estamos manteniendo ningún contacto con Snowden».
Tres semanas de trámite
El abogado Anatoli Kucherena, miembro de la Cámara Social, órgano anexo a la Presidencia, dijo el viernes que ayudará al topo de la NSA en todo lo que necesite. Según Kucherena, Snowden «tendrá que presentar primero la petición al Servicio de Inmigración, de ahí se envía a la comisión presidencial de ciudadanía y, finalmente, es el jefe del Estado quien tiene la última palabra». Según sus cálculos, todo eso tardará «dos o tres semanas».
En otro intento más de tratar de mostrar que las autoridades rusas se mantienen a distancia de Snowden, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado a la radio Eco de Moscú que «es imposible hablar de plazos en este asunto». Y eso pese a que la decisión depende prácticamente en exclusiva de Putin.
Sin embargo, dentro de Rusia Unida, el partido del Kremlin, la opinión en cuanto hay que conceder asilo al fugitivo estadounidense es unánime. El presidente de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Serguéi Narishkin, recordó el viernes que en Estados Unidos existe la pena de muerte y Rusia, que observa una moratoria sobre la pena capital, no puede permitir que Snowden sea ejecutado.