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'mundo british'

Chorizo sin fronteras

Tras años de ostracismo a la sombra del jamón serrano, el embutido picante triunfa en países como Reino Unido o Francia

ÁLVARO SOTO
MADRIDActualizado:

El chorizo español triunfa en el extranjero. No, no hablamos de ningún extesorero entrando por la puerta grande en un banco suizo, sino del de verdad, el que nace en el cerdo y muere en los estómagos agradecidos. Hasta hace una década, el chorizo era un producto no solo 'made in Spain', sino también 'eaten in Spain', es decir, consumido solo al sur de los Pirineos. Encontrar, por ejemplo, en Francia o en Reino Unido un chorizo como Dios manda era misión imposible. Había sucedáneos que se presentaban en bolsas donde aparecía dibujado un toro bajo las palabras 'muy picante'. O sea, más falso que las balas del Equipo A. Quien sabe si por su sabor, demasiado fuerte para paladares no entrenados, por su olor o por su sangrado, pero el chorizo no había conquistado fronteras como sí lo habían hecho el jamón serrano, el aceite de oliva o el vino. Pero por fin, las cosas han cambiando.

Ahora mismo, el chorizo es el alimento de moda en Londres, la ciudad que siempre está de moda. Por un lado, la emigración de miles y miles de españoles, en cuyas maletas nunca falta el chorizo y lloran como madalenas cuando se acaba, ha abierto la empresa a que las empresas de embutidos comiencen a exportar este producto (no hay más que ver los anuncios de Campofrío). Por otro lado, los ingleses, acostumbrados al picante asiático, parecen haber descubierto que mucho más cerca, en ese país de playa que les gusta tanto para veranear, los autóctonos disfrutan de un manjar delicioso.

Como todo en este mundo, ha sido su aparición en televisión lo que ha disparado definitivamente el consumo de chorizo. El cocinero británico más mediático, Jamie Oliver, lo ha utilizado para hacer paella; sus colegas Nigella Lawson y Hugh Fearnley-Whittingstall lo han empleado con vieiras y con guisantes y carne de cangrejo, respectivamente, según cuenta 'El Periódico de Catalunya'. "Son más creativos que nosotros", cuenta el chef César García, coordinador de los restaurantes del grupo Ibérica, con tres establecimientos en Londres. O tienen menos vergüenza que los españoles, para los que utilizar el chorizo en determinados platos aún produce alergia. También en los mercados, como el Borough Market, a orillas del Tamesis, el embutido ya es imprescindible.

Además de Reino Unido, Francia es otro país donde el chorizo ha entrado a formar parte de la dieta si no diaria, sí habitual. Pese a la crisis, las ventas de chorizo y lomo ibérico han crecido un 33% en el último año, y se ha convertido en un ingrediente imprescindible para salir de tapas, otra moda española que comienza a hacer furor en el Hexágono.