Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Así quedó el convoy tras descarrilar y causar la muerte de seis personas. :: REUTERS
MUNDO

Tragedia al comienzo de las vacaciones

Un tren descarrila a 40 kilómetros de París y deja al menos seis muertos y 180 heridosUna de las posibles causas del siniestro apunta al sistema de cambio de agujas, que había sufrido en mayo una avería

FERNANDO ITURRIBARRIA CORRESPONSAL
PARÍS.Actualizado:

Seis personas muertas y 180 heridas, una docena de gravedad, es el saldo provisional del accidente ferroviario que se produjo ayer en una estación a 40 kilómetros al sur de París. El tren que enlaza la capital francesa con la ciudad de Limoges, repleto de viajeros que partían de vacaciones y fin de semana, descarriló por razones que se desconocen y son objeto de investigaciones tanto técnicas como judiciales. La catástrofe se produjo catorce minutos después de las cinco de la tarde en la estación de Brétigny-sur-Orge, un importante nudo ferroviario por el que transita un convoy cada tres minutos en hora punta. El tren Intercités París-Limoges, con 385 pasajeros a bordo, descarriló a su paso por ese punto, en el que no tenía previsto parar, y seis de los ocho vagones del convoy volcaron en las vías entre los andenes. Numerosos viajeros quedaron atrapados entre la estructura deformada de las unidades accidentadas.

El tren había partido a las 16.53 horas de la estación parisiense de Austerlitz, cuyo tráfico fue totalmente interrumpido y bloqueó a miles de viajeros en plena operación salida. Circulaba por el trazado del RER C, un ferrocarril de cercanías, y entró en la estación de Brétigny a su velocidad habitual de 120 a 140 kilómetros por hora a la que debía atravesarla sin detenerse. Pero el tercer y el cuarto vagones descarrilaron provocando el vuelco de las cuatro unidades de cola.

'Plan rojo'

Las autoridades activaron el 'plan rojo' para movilizar a los servicios de rescate y equipos sanitarios encargados de socorrer a las víctimas con ambulancias, helicópteros y vehículos de bomberos. El presidente de Francia, François Hollande, y el ministro de Transportes, Frédéric Cuvillier, entre otros responsables políticos, se desplazaron hasta el lugar de la tragedia para supervisar las labores de rescate y entrevistarse con las autoridades.

La compañía ferroviaria pública SNCF abrió una investigación para determinar las causas del accidente. Las primeras constataciones parecen descartar la hipótesis de una velocidad excesiva, ya que testigos presenciales y un viajero habitual de la línea que salió ileso indicaron que el convoy circulaba a un ritmo normal.

Una de las pistas barajadas apunta al sistema de cambio de agujas, que había sufrido en mayo una avería en los accesos a la estación del siniestro. Pero de momento nada prueba que haya una relación causal con esa anomalía, en fase de reparación, del dispositivo que permite a los trenes cambiar de vía.

Tampoco se descarta un problema en los enganches de los vagones ya que los dos coches de cabeza resultaron indemnes. Un sindicalista se refirió al calor como factor potencial de una deformación de las vías.

«Se diría que el tren se partía literalmente en dos, el ruido fue enorme», declaró un testigo, quien vio a «mucha gente llorando, la mayoría cubierta de sangre y muchos buscaban a sus hijos». Otro usuario de la estación explicó que «las líneas eléctricas explotaron y bloques de hormigón se desprendieron del andén».