«Tal para cual»
Gómez de Liaño vuelve a ser objetivo de los focos 15 años después del 'caso Sogecable'
MADRID.Actualizado:La trayectoria en la judicatura de Javier Gómez de Liaño era meteórica hasta 1997. Aquel año decidió abrir el 'caso Sogecable', su tumba como juez pues fue condenado a 15 años de inhabilitación y expulsado de la carrera por prevaricación; es decir, por ser injusto, el peor delito para un magistrado. Pero no se resigna y piensa volver a vestir la toga, mas no ahora. «Seis meses antes de jubilarme, si tengo salud, me incorporaré a la carrera judicial, de la que estoy excedente. Me iré a un juzgado, a poder ser de pueblo. Y pondré mis últimas sentencias», comentó hace tres años.
Ahora tiene entre manos llevar a buen puerto la desvencijada causa de Luis Bárcenas, un reto que está resuelto a llevar con mano de hierro. «Aquí quien manda soy yo», advirtió nada más asumir la defensa. La frase deja a las claras su carácter altivo y convencido de ser un jurista de primerísimo nivel. «Mis resoluciones se ajustan a la ley como una tuerca a un tornillo», comentó en sus memorias. El problema que va a tener es que su patrocinado parece estar hecho de la misma madera. «Son tal para cual», comentó una persona que conoce a ambos.
El exjuez, nacido en Orense en 1948, llegó con solo 36 años a la Audiencia Nacional, y enseguida se colocó en el centro de la polémica, pues fue ponente de la sentencia de la colza, el envenenamiento masivo que aterró a España en los ochenta, y que motivó las quejas de los afectados por su bondad con los culpables. Poco después, en 1990, fue designado a propuesta del PP vocal del Consejo General del Poder Judicial, pero no agotó el mandato. Cuatro años después dimitió y regresó a la Audiencia Nacional para hacerse cargo de un sumario de envergadura, el del secuestro, tortura y asesinato de los miembros de ETA José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.
Pero no solo de terrorismo se nutrió su carrera. En 1997 tomó la decisión de la que a buen seguro se habrá arrepentido. Aceptó una denuncia del periodista Jaime Campmany contra Sogecable, la sociedad de Canal Plus, por irregularidades en el cobro de los depósitos por los decodificadores. Procesó a la cúpula de la compañía, Jesús de Polanco y Juan Luis Cebrián incluidos. Pero sus decisiones fueron revocadas por la Sala de lo Penal de la Audiencia, y fue acusado de prevaricación ante el Tribunal Supremo y condenado.
El Gobierno de José María Aznar le indultó tres años después y solicitó, para escándalo de buena parte de la judicatura, su reingreso en la carrera. En 2002, el Poder Judicial, con mayoría conservadora, aceptó su petición el 8 de mayo, pero en julio pidió la excedencia para dedicarse a la abogacía y escribir algún libro. Ha llevado la defensa de algunos casos de impacto, pero ninguno como el de Bárcenas. Vuelve a estar en el centro del escaparate y con mucho trabajo, tanto que va a tener problemas para ir a las fiestas del pueblo salmantino de Peñaranda de Bracamonte en agosto, para las que ha sido elegido pregonero.