Bretón mató a sus hijos
El jurado le declara culpable por unanimidad y establece que lo hizo por venganza a su mujerEl tribunal popular pide que no se pueda acoger a ningún beneficio penitenciario y cumpla la pena íntegra
CÓRDOBA. Actualizado: GuardarPor unanimidad. Así fue como el jurado popular declaró este viernes a José Bretón culpable de haber asesinado a sus dos hijos el 8 de octubre de 2011 y simular su desaparición para vengarse de su mujer por haberle abandonado. Con este paso el juicio quedó visto para sentencia. La variedad de testimonios y pruebas periciales expuestas en la vista oral permitió argumentar punto por punto su razonamiento acerca de cómo se produjeron los hechos que para el jurado quedan probados «sin lugar a dudas».
Las tres jornadas de deliberaciones habían hecho pensar que podía haber discrepancias. Pero nada más lejos de la realidad. El portavoz del jurado apuntó que hubo unanimidad al considerar probado que Bretón ideó un macabro plan por resentimiento hacia su ex esposa y que aprovechó su «superioridad como padre y la indefensión de sus dos hijos», de seis y dos años, para suministrarles tranquilizantes con el fin de adormecerles o matarles.
Posteriormente, los arrojó a una hoguera que avivó con gasoil y en la que dispuso una mesa metálica que convirtió el fuego en un horno crematorio, una pira funeraria que alcanzó temperaturas de hasta 1.200 grados de modo que las partes blandas de los cuerpos de los niños desaparecieron rápidamente, quedando únicamente unos restos óseos. Bretón permaneció junto al fuego, avivando las lamas, hasta la total carbonización.
Las palabras del portavoz fueron seguidas atentamente por la exmujer Ruth Ortiz , que sacó fuerzas para seguir la lectura en la misma sala camuflada entre el público. Una muralla de policías en pie impidió que Bretón la viese cuando abandonó la sala, esposado y con gesto serio. El mismo que mantuvo durante toda la lectura, con la mirada perdida al frente, sin apenas pestañear y sin intercambiar palabra con su letrado. El furgón que lo condujo de nuevo a la cárcel fue despedido con pitos y gritos de «asesino, asesino».
Durante casi una hora, Bretón tuvo que escuchar cómo el jurado popular le consideró culpable de matar a sus hijos de forma intencionada y violenta, y de simular la desaparición o el secuestro de los mismos. Un plan que fue preparando de forma concienzuda y que dejó entrever en ocasiones al mostrarse resentido hacia Ruth Ortiz delante de sus conocidos. El testimonio de la suegra de Bretón parece fundamental, ya que el jurado recordó que el día que recogió a los niños en Huelva le adelantó sus intenciones al asegurarle que «era la última vez» que les veía.
El jurado considera probado que como «coartada como «coartada para la desaparición física de sus hijos», Bretón decidió «fingir» que se le habían perdido en un parque e hizo una «especie de experimento» con sus sobrinos dos días antes del suceso.
El jurado relata en su veredicto que Bretón recogió a sus hijos en Huelva y marchó con ellos a Córdoba, estuvieron en casa de los padres y de su hermana, y dejó en la finca el combustible comprado.
Para dar mejor cobertura a la «simulación del extravío» de sus hijos, se considera probado que Bretón propuso a sus hermanos acudir en la tarde del suceso a la «Ciudad de los Niños» y le dijo a su madre que no comerían en casa ya que habían quedado con unos amigos.
Al salir de la casa de sus padres, se dirigió a la finca y suministró a los niños, durante el trayecto o al llegar a la parcela, un número indeterminado de pastillas tranquilizantes para «facilitar su adormecimiento total y/o su muerte».
Una vez llegaron a la finca, sobre las 13.48 horas, Bretón telefoneó de nuevo a su esposa sin que lograra comunicar con ella, por lo que decidió «seguir con su propósito criminal».
Manipulador
Para el jurado no queda duda del carácter maniático y rencoroso esbozado por decenas de testigos en los primeros días del juicio, y aseguró que «manipuló» a su psiquiatra para conseguir los tranquilizantes con los que ejecutar su plan. También intentó montar una coartada con sus hermanos quedando con ellos en el parque y calculando los tiempos para alertarles de que se habían perdido los niños.
Los únicos puntos que, sin embargo, no se pueden considerar probados son si Bretón acudió la mañana de los hechos a la finca familiar para ultimar sus preparativos y si, cuando ya había incinerado a los pequeños, paró en varios contenedores para deshacerse de ropa u otros efectos personales de sus hijos que pudieran comprometerle.
Tampoco aceptó el jurado como confirmado un par de hechos favorables alegados por la defensa, que los restos óseos analizados por os peritos forenses, médicos, paleontólogos, odontólogos y especialistas biólogos y clínicos procedieran de la hoguera ni que pertenezcan a los niños, el motivo 19/a, o el motivo 21, en el que se intentaba establecer que los niños se perdieron en el parque sin que hasta la fecha se conozca su paradero.
Los huesos, testigos clave
Y es que los intentos de la defensa de sembrar dudas sobre la cadena de custodia no fructificaron. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ya con anterioridad había desestimado las alegaciones del abogado Sánchez de Puerta, por lo que el tema estaba zanjado.
El tribunal popular subrayó que los restos hallados fueron los mismos que analizaron luego los peritos forenses y antropólogos, y que un año después todos certificaron como pertenecientes a menores de dos y seis años. Ante la imposibilidad de cotejar el ADN, «puede concluirse» que proceden de Ruth y José de manera racional.
Sin indulto
El veredicto, de doce folios para responder a las 21 proposiciones elaboradas por las partes, había sido minuciosamente elaborado y fue acogido con satisfacción por la Fiscalía y la acusación particular. Ambas han pedido 40 años de cárcel por un doble delito de asesinato y otro de simulación de delito, penas que ahora decidirá el juez.
El jurado también solicitó que Bretón cumpla la totalidad de la pena impuesta por el presidente de la sala, y que no pueda acogerse a beneficios penitenciarios ni al indulto ante la gravedad de los hechos.
La defensa, que salió de la sala sin hacer declaraciones, agotará todos los recursos disponibles para lograr la absolución de su cliente, según anunció hace unos días. No obstante, la acusación particular no cree que prosperen porque el veredicto ha sido muy minucioso.
La fiscal del caso, María de los Ángeles Rojas, insistió en que se condene a la «pena máxima» de prisión que contempla el código penal, de 20 años por cada uno de los dos asesinatos que, según subrayó, habría cometido el acusado «con frialdad», tras haber demostrado una completa «falta de cariño hacia sus hijos» y con el objetivo de «provocar el mayor dolor posible a la madre» de los menores, Ruth Ortiz.
Alevosía
Además, según la fiscal, Bretón habría cometido sendos delitos de asesinato «con alevosía», dado que los niños, dada su corta edad, estaban «indefensos ante su padre», a lo que hay que sumar, precisamente, el «agravante de parentesco». Mientras que por el delito de simulación del delito de detención ilegal de menores, el ministerio público pide al tribunal que condene a Bretón al pago de 12 meses de multa, a razón de diez euros por día
La abogada de Ruth Ortiz, María del Reposo Carrero, asumió como propia la petición de la fiscal, al no ser legalmente posible solicitar que se le imponga una pena mayo.
Carrero apuntó que aunque era esperado, el veredicto ha supuesto un «respiro y una tranquilidad» para la madre de los niños, si bien recordó que la «lucha» por «hacer el luto enterrando los huesos» aún prosigue. «Es lo que pretendía Bretón, perpetuar el dolor», concluyó.
Ahora será el tribunal el que, en base al veredicto del jurado y teniendo en cuenta los informes finales de las partes, dicte sentencia