Títeres
Actualizado: GuardarTodos los museos guardan celosamente algún misterioso secreto. Algunos lo tienen escondidos en sus recónditos archivos. Otros lo muestran a los visitantes de manera socarrona, intentando hacer ver lo que en la realidad no es. Existen otros que los guardan con recato, intentado negar su existencia para que ningún visitante avezado los pueda descubrir a la primera.
El Museo del Prado guarda celosamente obras únicas en sus almacenes, pendientes de que algún estudioso descubra sus encantos. Las grandes pinacotecas del mundo tienen obras descatalogadas a las que nadie les presta atención. El British Museum tiene momias egipcias y reliquias griegas y romanas que aún no son conocidas. Incluso el Louvre tiene como mejor secreto un esbozo de sonrisa socarrona.
Nuestro recién inaugurado Museo del Títere alberga alrededor de 350 marionetas de lugares tan remotos como la isla de Java, Ghana, Turquía, México o Rusia. Todas ellas ocupan un lugar de privilegio en el Museo Iberoamericano del Títere de Cádiz.
Ahora expone «grandes tesoros», como una serie de marionetas austríacas, talladas en madera, del siglo XIX. Las más antiguas de las que dispone, un títere asiático hecho con piel de búfalo «y del que se puede apreciar si es bueno o malo en función del tamaño de su nariz», o los personajes utilizados en la representación del ‘Retablo de Maese Pedro’ en Nueva York en 1963, bajo diseño de Jaime Luque. La capital gaditana rinde homenaje a su larga historia con las marionetas, una tradición que se remonta a doscientos años y que tiene su máximo emblema en las marionetas de La Tía Norica. Personajes como Batillo, la Tía Norica, el tío Faustino, el tío Isacio, el médico Don Reticurcio y el escribano Don Policarpo jalonan este singular retablo.
Nuestro Museo también guarda su secreto. Nada más que cerrar su horario al público una serie de marionetas irrumpen por los pasillos del torreón y sus aledaños. El ‘Indeciso» quiere hacer ver que manda sobre el resto de los personajes. ‘Angelita’, la de los colores, intenta manejar todo a su antojo. Incluso hay un personaje ‘marrón clarito’ que se llama ‘Obami’ que sabe de todos los demás. Sus hilos llegan a lo más recóndito de nuestra existencia, controla vida y hacienda. Unos protagonistas siniestros, catalogados como ‘La troika sandunguera’ se posicionan por encima de ellos, y consiguen controlar los hilos de todas las marionetas.
Desde mayo de 1954 se viene reuniendo de forma secreta el grupo Bildelberg. Es una reunión anual a la que asiste alrededor de un centenar de las personas más influyentes del mundo. Sólo mediante invitación, ajenos a gobiernos e instituciones internacionales. Son objeto de diversas teorías conspirativas. Se reúnen en complejos de lujo ubicados en Europa y Norteamérica donde la prensa no tiene ningún tipo de acceso. Su oficina está en Leiden (Holanda) y el nombre procede del primer hotel en el que tuvo lugar la primera reunión, en los Países Bajos.
La pregunta del millón, ¿Quién maneja los hilos de los títeres?