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Recortes y lipotimias en la DGT

Las protestas, convocadas para todo el mes de julio, denuncian el "deterioro progresivo" de sus condiciones laborales

MADRID Actualizado: Guardar
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Los trabajadores de la DGT (servicios centrales, Jefatura Provincial de Madrid, examinadores de tráfico) han iniciado la primera jornada de paros en protesta por el "deterioro progresivo de sus condiciones laborales". Según ha explicado el Centro Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) en un comunicado, está previsto que las protestas continúen a lo largo de la próxima semana y, si no se alcanza un acuerdo, se podrían retomar a la vuelta de las vacaciones estivales.

Durante la primera jornada de protesta, alrededor 200 trabajadores se han concentrado frente a las sedes de los servicios centrales en Madrid, según datos del CSI-F, que ha anunciado nuevos paros para los días 18 y 25 de julio y prevé que la protesta se extienda a otras provincias en los próximos días.

Según la nota del CSI-F, los trabajadores protestan, entre otros motivos, por la amortización de plazas de personal jubilado que incrementa las cargas laborales, la reducción de la seguridad, la gestión ineficaz de los recursos, la privatización de servicios informáticos, la restricción en el uso del aire acondicionado o los recortes en materia de horarios y permisos, con imposiciones en la distribución de la jornada laboral.

Sin aire en plena ola de calor

"Lo que antes hacían cuatro ahora lo tiene que hacer uno", ha denunciado la responsable del Comité de Huelga, Milagros Buenaga, quien ha denunciado que en los últimos cinco años "han amortizado entre 600 y 800 plazas fijas", una medida que Buenaga atribuye a una "mala gestión" en la DGT, que "usaba las plazas para colocar a gente de su cuerda", según ha denunciado la representante del sindicato mayoritario.

Buenaga ha acusado a la dirección de la DGT de cargar la optimización de los recursos sobre los hombros de los empleados y los ciudadanos con recortes como restricciones en el uso de aire acondicionado hasta el punto de llegar a provocar una lipotimia a una empleada pública durante su jornada laboral en la Jefatura Tráfico Provincial de Madrid. "El público no deja de quejarse del calor que hace en los edificios de atención al público", asegura Buenaga, que apunta que el incremento en la afluencia de personas ha llegado a provocar situaciones insostenibles. "No se puede jugar con la salud de los ciudadanos ni de los empleados", argumenta.