El conductor del autobús rectifica y dice ahora que no se quedó dormido
Afirma que escuchó un fuerte ruido en la parte trasera del vehículo, que a continuación se escoró a la derecha y chocó contra el guardarraíl
VALLADOLID.Actualizado:El conductor del autocar siniestrado el lunes en la provincia de Ávila confesó la misma tarde del accidente ante la juez que no se había dormido, en contra de lo que inicialmente comentó a los agentes de la Guardia Civil en el lugar de los hechos instantes después del accidente en el que fallecieron nueve personas y otras 22 resultaron heridas. El cambio de la declaración aparece recogido en el auto que emitió la jueza de Instrucción número 2 de Ávila tras el interrogatorio al que fue sometido y al que tuvo acceso el servicio de informativos de Televisión Española.
R. G. F. , de 54 años de edad, que vive en la pequeña localidad de Serranillos, desde donde salió el autobús, confesó poco después del suceso al alcalde de este pueblo que deseaba morir y que él debía haber sido una de las víctimas, según afirmó el último.
Horas después, en la declaración ante la juez, el chófer manifestó que no se quedó dormido ni dio ninguna «cabezada» los instantes previos al accidente. También incidió en que circulaba a menos de 90 kilómetros por hora cuando el tramo donde ocurrió el accidente es de 100, por lo que descartó que el exceso de velocidad fuera la causa del accidente. Por último, también señaló que el sol le venía de cara pero dijo no poder recordar si le pudo llegar a deslumbrar. El auto de la magistrada señala que el conductor reconoció haber trabajado hasta las 23.00 horas y descansó entre 6 y 7 horas antes de regresar al trabajo, aunque apuntó que no se sentía cansado.
Tanto el chófer como alguno de los pasajeros informaron que oyeron un ruido muy fuerte en la parte trasera, «como el de un avión» según indicó Antonio Jiménez, uno de los heridos leves. Tras el sonido el vehículo se escoró hacia la derecha y se deslizó rozando el guardarraíl decenas de metros. Cinco de los heridos permanecían ayer en estado grave mientras el resto evolucionan de forma favorable. Mientras tanto seis de los nueve fallecidos recibieron ayer sepultura.
Cambios en la normativa
El subdirector de Gestión de la Movilidad de la DGT, Federico Fernández, confirmó ayer que Tráfico está estudiando reducir el límite máximo de velocidad para los autobuses y autocares que no tengan la obligación de llevar instalados cinturones de seguridad por estar matriculados antes del año 2007, como ocurrió en el caso del siniestrado en Ávila. Fernández insistió en que solo se trata de una posibilidad «está en estudio», pero, añadió, «parece evidente» que si un autobús no lleva cinturones u otros elementos que incrementen su seguridad, se reduzca su velocidad máxima.
Asociaciones de víctimas de tráfico reclamaron por contra que todos los autobuses lleven instalados cinturones de seguridad, sea cual sea su fecha de matriculación. «Un pasajero con el cinturón puesto se habría anclado en su asiento y no habría salido disparado tras la salida de la vía», se apuntó desde Stop Accidentes.