Aguirre urge al presidente a reconocer las irregularidades «si las ha habido»
Insta a la dirección nacional del partido a que se adelante a la justicia y adopte medidas internas «porque España necesita un PP limpio»
MADRID. Actualizado: GuardarEsperanza Aguirre, esta vez con luz y taquígrafos, dijo ayer en voz alta lo que algunos dirigentes del PP barrutan en voz baja, que Mariano Rajoy peca de indolencia a la hora de atajar el escándalo generado tras las declaraciones de Luis Bárcenas sobre la presunta financiación irregular del PP.
Aguirre, durante su intervención ante el comité ejecutivo regional del PP de Madrid, instó a la dirección nacional del partido a que «si ha habido irregularidades, que se reconozcan». Una contundencia que tal vez en esta ocasión, con Rajoy muy presionado por la oposición, pueda convertirse en la gota que colme el vaso de la paciencia del presidente del Gobierno con respecto a la lider de los populares madrileños.
Aguirre, de momento, no contempla la posibilidad de que se agote su crédito interno. De hecho, es de las pocas dirigentes que se atreve aún a leerle la cartilla a María Dolores de Cospedal a la que exige una respuesta inequívoca en esta crisis. «No me vale con decir que todos los partidos se han financiado irregularmente», advirtió.
Mientras buena parte de la cúpula del PP achaca la pérdida de apoyo electoral que muestran las encuestas a la crisis económica y a las medidas de ajuste y de austeridad decretadas por el Gobierno, Aguirre entiende que buena parte de la pérdida de apoyos obedece al cansancio del electorado popular ante los casos de corrupción, en especial, la sombra de duda por la presunta financiación ilegal que se recoge en la contabilidad B que habría elaborado Bárcenas.
La líder de los populares madrileños, sin paños calientes, calificó de «preocupante» la actual situación y alertó de que si en esta ocasión se quedan de brazos cruzados corren el riesgo de «tirar por la borda» la reputación del PP. «España y los españoles necesitan que nuestro partido este limpio», remachó.
Aguirre fue más allá y alertó de que los ciudadanos están comenzando a meter a todos los políticos en el mismo saco, lo que puede abundar en la desafección de los ciudadanos hacia la política y, sobre todo, en el crecimiento electoral de otras formaciones como IU o UPyD. «En el PP ha podido haber gente corrupta, pero nuestra reacción debe ser diametralmente a la del resto de partidos en materia de corrupción», indicó.
La receta que propuso Aguirre, «limpiar lo que pueda estar sucio», también puede levantar ampollas en la formación que preside Rajoy porque es reconocer de manera soterrada que, efectivamente, algo huele mal en la sala de máquinas del PP. Un ejercicio de autocrontol necesario que, a su juicio, el PP se lo debe a sus afiliados. «No se puede permitir que los militantes del PP tengan que agachar la cabeza después de sentir el orgullo de pertenecer al partido de Miguel Ángel Blanco y María San Gil», espetó. No es la primera vez que Aguirre apela a la memoria del concejal asesinado por ETA ni a los principios y valores que defendió la expresidenta del PP vasco, pero nunca como argumento para condenar la corrupción.
La líder del partido en Madrid defendió que las crisis son una excelente oportunidad para crecer, tanto en lo económico como en lo social. Por ello, propuso a la dirección nacional del PP esclarecer «todo lo que esté oscuro» sin esperar a conocer las resoluciones del juez Pablo Ruz. Justo lo contrario de la tesis oficial del partido, que pasa por dejar actuar a la justicia. De hecho, considera necesario que el PP «se adelante a la justicia» para demostrar que los populares no tienen nada que ver con el PSOE de los ERE en Andalucía, «que cuantitativamente es un escándalo mucho mayor».