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ESPAÑA

Los abogados del extesorero renuncian tras el cambio de estrategia de su cliente

El exjuez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño podría ser el nuevo letrado que defienda al exsenador del Partido Popular

MATEO BALÍN
MADRID.Actualizado:

«Divergencias profesionales» y «pérdida de confianza» fueron las razones que ayer alegaron los abogados de Luis Bárcenas para renunciar a su defensa tras cuatro años de representación procesal en el 'caso Gürtel'. Se ponía así punto y final a una vinculación que más allá de estos argumentos se rompió por la estrategia de huida hacia delante que parece haber adoptado el extesorero del PP tras su ingreso en prisión, el coloquial 'tirar de la manta', y que los letrados nunca compartieron.

Este cambio de estrategia de Bárcenas, una decisión madurada con tiempo y solo para el caso de que acabara entre rejas, como finalmente ha ocurrido, nunca fue apoyado por sus abogados Miguel Bajo y Alfonso Trallero. Así se lo hicieron saber al extesorero en las últimas semanas, sobre todo cuando su situación procesal entró en un callejón sin salida al no poder justificar el origen lícito de su fortuna en el extranjero.

Los prestigiosos letrados madrileños, se distinguen por ser una referencia en derecho penal económico, llegaron a defender con uñas y dientes que «porque uno tenga 25, 30 o 40 millones en Suiza no tienen por qué ser de origen delictivo». Esta era la única defensa judicial posible, y creíble, para su cliente pese a los negros nubarrones que cada día crecían sobre él.

Así se entiende que Bárcenas asegurara en su primera declaración ante el juez Ruz que su fortuna procedía de sus habilidades en la bolsa, su cartera de valores y la compraventa de arte. Después el extesorero llegó a deslizar en una entrevista televisiva su «buena mano» con los negocios y más tarde, en su segunda declaración judicial, llegó a replicarle a Ruz que la pintora argentina que desveló su montaje en la compraventa de los cuadros «estaba loca».

Con estos precedentes la estrategia de sus abogados estaba clara, negar la mayor sobre el supuesto origen ilícito de su patrimonio. Pero cuando el pasado 27 de junio, tras declarar en la Audiencia Nacional, la Fiscalía Anticorrupción cambió de criterio y no se opuso a su ingreso en prisión, como pedía una acusación popular, la relación abogado-cliente comenzó a resquebrajarse.

Quizá porque Trallero, la persona que daba la cara en público por Bárcenas, entendía que con éste en la cárcel cambiaba toda la estrategia de defensa, como les había advertido el extesorero. Y en solo 11 días entre rejas se han consumado las «divergencias profesionales» a las que hace referencia el bufete de abogados, el mismo que en su carta de presentación vende un servicio jurídico serio, honesto y con dedicación.

Reunión en Soto

No es una causalidad que conociendo lo que iba a publicar el diario 'El Mundo' este domingo, la conversación con Bárcenas en la que éste admitía la financiación ilegal del PP en los últimos 20 años, Trallero y Bajo se presentasen el pasado fin de semana en la cárcel de Soto del Real para comunicar a su cliente su decisión de renunciar a su defensa. También a la de su mujer, Rosalía Iglesias. Así se justificaba la «pérdida de confianza». No había marcha atrás. Y ayer los letrados comunicaron su decisión al juzgado.

Ahora, lo más inminente para el matrimonio Bárcenas-Iglesias es buscar un nuevo abogado. El que fuera director general de la ONCE Miguel Durán, defensor de Pablo Crespo, uno de los cabecillas de 'Gürtel', se pasó ayer por la tarde por la cárcel de Soto del Real y aseguró que Bárcenas no le había pedido que le defendiera. Durán dijo a Intereconomía que el letrado del extesorero del PP será el exjuez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño. Mientras encuentra letrado, Bárcenas podría volver a declarar ante el juez Ruz después de que las acusaciones populares en los 'papeles secretos' hayan anunciado que pedirán su citación y la de su mujer. Una decisión a la que no se opondrá la Fiscalía Anticorrupción, según confirmaron fuentes del órgano.

Asimismo, el fiscal Antonio Romeral deberá pronunciarse sobre las peticiones de declaración como testigos de los tres últimos secretarios generales del PP, Francisco Álvarez- Cascos, Javier Arenas y María Dolores de Cospedal. La acusación popular de Izquierda Unida y la Asociación Libre de Abogados consideran que Bárcenas, el también extesorero Álvaro Lapuerta y «quizás» Arenas y Álvarez-Cascos recibieron en mano fajos de billetes que no procedían de los constructores donantes.