Comienza la negociación para un acuerdo de libre comercio UE-EE UU
De alcanzarse, el pacto daría lugar a la mayor zona sin restricciones a los intercambios, que representaría el 50% de la actividad mundial
WASHINGTON.Actualizado:Los equipos negociadores de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos iniciaron ayer las conversaciones sobre un ambicioso acuerdo transatlántico de comercio e inversiones que supondría crear la mayor zona de libre comercio del mundo. A primera hora de la mañana, los representantes europeos y estadounidenses abrieron el diálogo en el Centro de Conferencias de la Casa Blanca, según fuentes participantes en la negociación.
En esta primera ronda, durante cinco días, ambas partes tratarán de establecer las bases de las negociaciones en torno a una veintena de mesas de trabajo. La agenda temática incluye áreas como comercio electrónico, regulación y normativa, transporte, agricultura, servicios financieros, medio ambiente, inversiones, derechos de propiedad internacional, textiles, barreras comerciales, y competencia. Entre los temas que se perfilan como conflictivos figuran las ayudas y el acceso a los mercados agrícolas a los dos lados del Atlántico, así como las subvenciones a los respectivos gigantes aeronáuticos Boeing y Airbus.
El ministro de Comercio e Inversión británico, lord Green, aplaudió en un comunicado el inicio de las conversaciones por su potencial para «impulsar» las economías transatlánticas e instaba a buscar «el acuerdo más ambicioso para sacar el mayor partido al mayor acuerdo comercial de la historia».
De aprobarse, el denominado Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones daría lugar a la mayor zona de libre comercio global. Representaría el 50% de la actividad económica mundial y el 30% del comercio. La UE es el principal socio comercial de EEUU y viceversa, y ambos generaron en 2012 unos 640.000 millones de dólares en intercambios bilaterales. Las conversaciones no sufrieron retrasos, como se temió, después de que estallase el escándalo del presunto espionaje masivo a órganos y sedes de la UE por parte de Estados Unidos, lo que provocó que varios países europeos solicitasen un aplazamiento.