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El ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso. :: REUTERS
Economia

El Gobierno proyecta optimismo ante el inminente fin de la recesión económica

El oxígeno de Bruselas en el déficit, la bajada del paro registrado y algunos indicadores macro anuncian un probable cambio de tendencia

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«España está saliendo de la recesión». «La corrección de los desequilibrios es la mayor que ha llevado a cabo ningún otro país en los últimos diez años». Estas frases, pronunciadas en Berlín esta semana por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ante los responsables alemanes de Finanzas y de Economía, resumen la nueva actitud ante la crisis de un Gobierno que -a diferencia de sus antecesores socialistas- evita hablar de 'brotes verdes', aunque está obligado a injertar optimismo en una sociedad desmoralizada y que todavía ve lejana la salida a sus problemas. Aunque los efectos de las mejoras macroeconómicas están lejos de llegar a los hogares y la confianza del consumidor continúa reflejando pesimismo, ya hay expertos y organismos que empiezan a ver el vaso medio lleno.

El Ejecutivo ha visto así reforzada su confianza en las últimas semanas por institutos como el Banco de España. El gobernador, Luis María Linde, abrió fuego el 20 de junio en el Congreso de los Diputados al afirmar que los indicadores disponibles apuntan a que la economía podría registrar un crecimiento trimestral positivo «incluso a partir del tercer trimestre». «La peor fase de la segunda recesión ha quedado atrás», dijo en una comparecencia que dejó fría a la oposición.

Desbrozado el camino, ese mismo día desde Bruselas Luis de Guindos corrió a sumarse a la tesis: «Es perfectamente factible; de hecho, es la previsión más probable».

Desde ese momento, y como si alguien hubiera otorgado permiso oficial para proyectar optimismo, los dirigentes políticos se han adherido en cascada a la tesis de que España está a punto de dejar la recesión. «Estoy casi convencido de que cuando el Banco de España ha anunciado que en el tercer trimestre vamos a tener un pequeño crecimiento positivo, va a acertar», señaló días después el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, ante un grupo de empresarios.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hizo lo propio esta semana durante la aprobación en el Congreso del techo de gasto para 2014, unas cifras que -enfatizó- «nos sacarán de la crisis». «Se lo podemos decir con toda claridad y rotundidad a los españoles: hay un futuro prometedor por delante y vienen etapas de crecimiento», dijo tras vaticinar que el segundo trimestre de 2013 será el último de caída del PIB.

Pero ¿por qué promueve el optimismo un Gobierno que hace un año estaba entre la espada de sus acreedores y la pared de un sistema financiero que le había cerrado sus puertas? Pues porque algunos indicadores macroeconómicos empiezan a cuadrar. El saldo del comercio exterior es positivo; ha mejorado algo el acceso al crédito (del Estado y algunas empresas); la prima de riesgo se ha estabilizado en torno a 300 puntos; Bruselas ha concedido a España mayor margen para reducir el déficit y la balanza de pagos está cerca de abandonar los números rojos. «España y Alemania van a ser las dos únicas economías grandes de la eurozona con superávit en la balanza de pagos en 2013, España de alrededor del 3%», presumió De Guindos en Berlín esta semana.

Un respiro

Otro signo positivo es que el paro registrado en los servicios públicos de empleo suma cuatro meses a la baja. Un respiro para la economía europea más azotada por el desempleo. Y aunque los sindicatos no se crean esa mejora y la oposición la atribuya a las contrataciones del período veraniego, lo que pueda ocurrir en septiembre está por ver. El INE desvelará el 30 de julio el dato avanzado del PIB del segundo trimestre. Y a falta de conocer el resultado, hay analistas que empiezan a ver el vaso medio lleno.

El Gobierno aprobó hace una semana una revisión del cuadro macroeconómico, que eleva una décima la previsión de crecimiento del PIB para 2015 y 2016, hasta el 1% y el 1,4%, respectivamente. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha ido más allá y acaba de mejorar su previsión de aumento de la actividad ya para 2014, hasta el 0,7% (frente al 0,5% del Ejecutivo).

Los grandes bancos, BBVA y Santander, esperan un aumento del PIB el próximo año aún mayor, del 0,9%. CEOE se apunta al 0,8%, porcentaje con todo más optimista que el previsto por el Gobierno. En cuanto a la tasa de paro (en el 27,1%, según la última EPA), los dos grandes bancos creen que en 2014 bajará al 26,4% y al 26,3%, respectivamente, mientras la patronal la eleva al 26,7%, el mismo pronóstico del Ejecutivo. Funcas es más optimista y la rebaja al 25,8%. En todo caso, los expertos esperan más actividad, pero un nivel de paro similar al actual.

es el superávit previsto por el Gobierno para la balanza de pagos en 2013. Según Luis de Guindos, España y Alemania serán las únicas grandes economías del euro con saldo positivo.