5.000 a 1 si el niño se llama como el rapero del 'Gangnam Style'
Los apostantes británicos se desatan en las semanas previas al nacimiento del hijo, o hija, de los duques de Cambridge
MADRID Actualizado: GuardarEn un país en el que se puede apostar por que un OVNI aterrice en el campo de fútbol durante la final de la Copa podría parecer que, en cuestiones de juego, todo está permitido. Sin embargo, hasta hace apenas tres décadas, los ciudadanos del Reino Unido no veían con buenos ojos poner en riesgo su dinero cuando se trataba de su querida Casa Real. Opinaban que era una falta de respeto. Pero con la boda de Carlos y Diana se rompió el tabú. Desde ese momento y en los 30 años siguientes se apostó por el número de hijos que tendría la pareja, por si el primogénito sería chico o chica, por cuándo se divorciarían, por si Carlos se casaría de nuevo… Y llegando al extremo, hasta por si la reina Isabel encendería el pebetero en el estadio olímpico de Londres durante la ceremonia inaugural de los Juegos.
En esta desbocada carrera por las apuestas, la boda de Guillermo, el hijo de Carlos y Diana, con Catalina supuso un punto de no retorno. Pero ahora, cuando Reino Unido enloquece a la espera del nacimiento del primer hijo de la pareja, el mundo de las apuestas está llegando al desbarre, no en términos económicos (la carrera de caballos del Grand National sigue siendo, con mucha ventaja, el acontecimiento estrella para las casas del juego), pero sí en cuanto a las posibilidades de gastar el dinero.
El sexo del hijo del bebé es un clásico. La mayoría de los apostadores creen que será niña porque, al parecer, Catalina cometió un lapsus y lo dio a entender, aunque oficialmente se asegura que el matrimonio lo desconoce.
Después, claro, está el nombre. Si fuera chica, los más repetidos por los apostantes son Alejandra (segundo nombre de la reina Isabel, abuela del padre), Carlota (segundo nombre de Philippa Charlotte Middleton, o sea, Pippa, la hermana de Catalina), Isabel, Diana (como la madre del padre) y Victoria (la gran reina británica). Si fuera chico, los elegidos son Jorge, Jaime y Luis.
Hasta aquí, la parte respetable del asunto. Lo que viene después invita a la chanza. Que los padres se decidan a llamar a su hijo Wayne (como el jugador del Manchester United Wayne Rooney, prototipo de ‘chav’ –polígonero- en las islas) se paga a 250 a 1. Que el nombre elegido ‘Hashtag’ (el término que designa las etiquetas en las redes sociales) se paga 500 a 1. Y que se decanten por Psy (igual que el rapero norcoreano que ha perpetrado el ‘gangnam style’) hará rico al apostador, que conseguirá 5.000 libras por cada una apostada, según ha comprobado un periodista de la AFP.
En el colmo del estrambote están lo que se podría llamar ‘apuestas libres’. Por ejemplo: ¿será Catalina ‘too posh to push’ (o sea, demasiado pija para empujar)? Se admiten apuestas.