«Espero que no se me juzgue solo por esta película»

Hasta que llegó el personaje del capitán James T. Kirk, Chris Pine solo había aparecido en comedias románticas de poco registro. Pero esta semana se estrena 'Star Trek: En la Oscuridad', la segunda entrega de la nueva franquicia que nació de la serie de televisión para conquistar la gran pantalla. Dirigido por J. J. Abrahams, Pine puede convertirse en el chico 'póster' de moda en todo el mundo gracias a su interpretación. Pine habla perfectamente español y conoce bien la industria de Hollywood porque con sus padres, Robert Pine y Gwynne Gilford, los dos actores, ha vivido siempre en Los Ángeles. «Hola, ¿cómo estás?», comienza él hablando en español.

-Sorprende que hable tan bien en español...

-Lo aprendí en el colegio. Para mí, no es difícil hablar en español porque en California tengo la oportunidad de hablarlo continuamente. Quiero ir a España a practicar.

-¿Cómo se enfrenta a este gran papel en Star Trek? ¿Lo ve como la gran oportunidad de su carrera?

-Espero que como actor no se me juzgue solo por este filme. Star Trek es una muy buena película, atractiva a muchos niveles, los personajes, la acción... Pero uno nunca sabe.

-¿Cuáles son las grandes diferencias entre la primera y la segunda entrega de la saga?

-En la primera Kirk era un niño. Recibe la silla de capitán por las circunstancias, no porque se la haya ganado. En esta película él se gana su puesto. Tiene que enfrentarse a su fuerza y a su debilidad, y su debilidad se vuelve muy aparente. Todas sus inseguridades se muestran a flor de piel cuando el villano, John Harrison, que en realidad es un psicópata violento y peligroso, pone a Kirk de rodillas. Cada elemento que hemos admirado en la personalidad de James Kirk se vuelve en su contra. Ya no sabe quién es, pierde confianza, deja de ser obstinado y arrogante para convertirse en un hombre débil.

-En 'En la Oscuridad' aparece Benedict Cumberbatch interpretando al villano John Harrison. ¿Le gustó compartir con él el protagonismo?

-Benedict es un gran actor. Su personaje sabe cómo cortar a Kirk y dejarlo hecho trizas. Es frío y clínico, casi un robot destinado a destruir. Kirk es todo lo contrario, apasionado y fuerte como un toro dentro de una tienda de porcelana. Ver a estos dos personajes juntos, uno contra otro, es sensacional. Personalmente creo que es muy entretenido disfrutar de la interpretación de dos actores tan opuestos. Benedict está soberbio en el filme. Solo por su voz ya me gustaría que narrara el documental sobre mi vida.

-¿Qué le parece estar considerado como uno de los hombres mas atractivos de Hollywood?

-Creo que tiene mucho que ver la familia en la que creces y la educación que recibes a la hora de enfrentarte con madurez a la fama. Si naces dentro de una familia que conoce esta industria como la mía la fama no significa nada, yo tengo muchos amigos, sé cómo funciona esta ciudad y no busco ser actor por llamar la atención. Para mí esta profesión no es a vida o muerte. Mientras tengas eso en tu cabeza y por encima de todo quieras ser un actor que se divierte con el medio para expresarte como artista es fácil mantenerse con los pies en el suelo.

-¿Se ve en este personaje? Imagino que si la película es un éxito seguirá interpretando al Capitán Kirk.

-Hay tantos genios involucrados que no me costó nada firmar por un par de películas más en caso de que la franquicia sea un éxito. Tengo mucha confianza en J. J. Abrahams y sé que hay un gran número de historias que se pueden contar dentro de esta franquicia.

-Creció en Hollywood, en una familia de actores, en un colegio rodeado de gente de la industria. ¿Estaba destinado a ser actor?

-Supongo que sí, pero no juego al juego de la industria. Yo disfruto de los beneficios de mi trabajo, que son muchos. Me toca ir a fiestas muy divertidas y conocer gente muy interesante. En ese aspecto me beneficio, pero soy un tipo que prefiere estar en casa, con mis padres, con mi novia, con mis amigos.

-¿Le gustaría trabajar con su padre, Robert Pine?

-Sí, ya he trabajado con él en dos ocasiones, y me gustaría repetir la experiencia. Mis padres me brindan ideas para todos los proyectos en los que trabajo, ellos me guían en mi carrera. El mejor consejo que me han dado es: «Hijo, diviértete con la interpretación y no te preocupes de nada más».