Los salafistas de Al-Nur buscan su oportunidad

Aunque las manifestaciones de apoyo al presidente Mursi están pobladas estos días de barbas y 'galabiyas' (túnicas), el atuendo por antonomasia de los sa lafistas, no todos los islamistas apoyan a Mursi. El partido salafista Al Nur y la Dawa Salafiya, el grupo ideológico del que nace, se han desmarcado de las protestas y han llamado a la convocatoria de elecciones anticipadas para evitar una «guerra civil».

Su posición supone un duro golpe para los Hermanos Musulmanes y el presidente, aunque tampoco llega de sorpresa. Las desavenencias entre ambos grupos vienen de lejos y ya en las elecciones legislativas compitieron como rivales. Ambos pescaban en la misma charca de peces y los desacuerdos llegaron a ser agrios y, en algunos casos, incluso violentos, aunque también han llegado a muchos acuerdos en el parlamento y en la redacción de la Constitución. Al Nur podría ser uno de los grandes recolectores del voto piadoso desencantado con los Hermanos Musulmanes, por lo que en su postura se puede interpretar responsabilidad política, pero también matemática electoral.

La formación ha asegurado que apoya la legitimidad, «pero que debe cuidar los intereses del país y tener en consideración el riesgo de derramamiento de sangre». Cómo puede afectar la decisión de Al Nur al acorralado presidente es otra de las imprevisibles variables de la ecuación egipcia.