pan y circo

Cambio generacional

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El resultado de la final de la Copa Confederaciones ha propiciado que las opiniones críticas vuelvan a incidir en la famosa expresión ‘cambio generacional’, en este caso referidas a la plantilla de la selección. Una expresión cuando menos ‘gratuita’ en la mayoría de los casos. Muy fácil de soltar en cualquier medio pero delicada por todo lo que lleva detrás. Sin duda es parte del ciclo de vida de cualquier deporte, deportista y por supuesto dentro de un vestuario, de cara a la salud y durabilidad del mismo. Pero por los mismos motivos debe ser tratada con la delicadeza de un cirujano.

Hay muchos elementos sensibles a la hora de acometer un cambio generacional pero creo que el principal es el RESPETO. En primer lugar, Respeto hacia la trayectoria y méritos de los implicados. Muchas veces se dice que no hay memoria en el deporte, pero eso no significa que no debamos intentar cambiar esa dinámica y repasar el ‘expediente e historial’ de cada jugador antes de emitir una crítica fácil. También respeto hacia la edad. En los países latinos con 30 años ya consideramos que un jugador viene de vuelta o está acabado. Metiendo a todos los jugadores treintañeros en el mismo saco o estereotipo. Es evidente que quizás el entrenamiento o la recuperación no será el mismo que el de un chaval que está empezando; pero descartamos de antemano que pueda aportar cosas importantes al juego, al vestuario, en el coaching de los jóvenes, etc.

Ahí quizás debemos aprender de otros países, donde los jugadores en el tramo final de su carrera son respetados por su trayectoria profesional hasta tal punto de ser considerados en muchos casos como iconos de referencia del club: Giggs (39), Scholes (38), Pirlo (34),…Por supuesto no estarán para jugar a su máximo nivel un número de partidos elevadísimo, debemos comprenderlo. Y sobre todo recordar que el estar en el tramo final de su carrera no significa que no siga siendo una carrera.