EN ESPAÑA SE ESTILA LA DIVISIÓN

Permítanme que les hable de España y abandone por un rato este Cádiz que Gaucci ha dejado mudo. ¡Vaya repaso que se llevó en Maracaná! ¡Tremendo! Ya con los himnos, los brasileños iban ganado. ¡Qué repaso Díos mío de mi vida! Aunque los de siempre, los del discurso ‘progre’ –que también los hay en el fútbol–, se quejaron de las faltas y de la dureza imprimida por la ‘Seleçao’, lo justo es reconocer que los brasileños nos pasaron por encima de una forma genial, abrumadora y, por qué no decirlo, humillante. Pero claro, aquí, en este país donde se mezclan a menudo churras con merinas no es posible criticar a los Del Bosque debido al palmarés que arrastran. Está claro que nadie en su más sano juicio puede dudar de estos campeones del Mundo y de Europa. Pero de ahí a ensalzar cada cosas que hagan, pues mira, oiga, no. En Río fueron sobrepasados desde el minuto 1 al 90. Y ni pío. Se quejaron de la agresividad de los cariocas, pero más que por dolor, por la impotencia de saber que eran más débiles. ¡Cómo se echó de menos a Xabi Alonso!, El donostiarra vería el chaparrón desde el televisor en su chalet de Roche, donde suele veranear. Pues bien, parece ser que no se puede criticar a la Selección. Del tirón, los más demagogos acusan al que opina de más de derrotista y no sé cuantas cosas más. Pero peor que estos son los fanáticos del Mandril y del Farsa. Unos, los de la ‘Yihad’, por alegrarse de la cantada de Casillas en el primer gol. Al portero, defenestrado por Mourinho, le faltó la misma bravura que al resto del equipo. Otros, los culés, prefirieron hacer leña con Arbeloa. Los primeros se olvidaron del fallo de Sergio Ramos desde los once metros; los segundos se alegraron por Neymar. Lamentable todos. Y es que, más allá del fútbol ‘mafional’, el partido lo comenzó ganando Brasil desde justo el momento en que Maracaná estalló, unido y hermanado, con su ‘patria amada’. Lo nuestro es pelearnos.