INVENTOS
Actualizado:Desde que se supo que el Xerez CD tenía las horas contadas, que la nefasta gestión durante años iba a terminar con la disolución de la entidad azulina, he repasado y recogido reacciones y valoraciones de diversa naturaleza que podrían parir un libro sobre la psicología humana relacionada con el fútbol que ni el propio autor sabría realmente lo que quería contar. Y eso que algunos pensaban al principio que todo era un invento. Hay quienes ven injusta la desaparición, quienes no comprenden la refundación y quienes son incapaces de abrir los ojos a la realidad porque les duele tanto que prefieren seguir cegados en su mundo, ya sea repleto de nubes blancas (y azules), con el más dulce de los azúcares, o de crítica desmedida a todo lo que huela a Jerez y xerecismo.
Las bases del fútbol profesional actual son débiles pese a estar fortalecidas por la imperiosa necesidad de un alto porcentaje de la sociedad, dispuesta a cualquier cosa por arropar ese sentimiento de pertenencia a un grupo, a unos colores, a una rutina de vida. Durante años los clubes de fútbol han sido puros negocios en manos de personas cuya aspiración era ganar dinero... o esconderlo a cambio de notoriedad y buenos alimentos. Ahora toca reinventarse, palabra de moda en tiempos de crisis. Se avecinan cambios, reestructuraciones, nuevas leyes. Y ya sabe que, hecha la ley, hecha la trampa.
La del Salamanca y la del Xerez CD no van a ser las únicas desapariciones. La aspiración de los más 'pobres' ahora ya no es evitar el descenso de categoría, sino asegurarse acomodo en la misma en caso de tener que empezar de cero bajo una denominación similar. Y ahí vamos a presenciar agravios comparativos. Algunos piden una baremación por puntos para lograr plaza de un equipo desaparecido al más puro estilo de los colegios públicos y concertados. Otros solicitan una especie de condena de cinco o diez años que prohíba a un equipo de similar naturaleza refundarse y seguir la historia de su 'pariente' fallecido. Aunque igual la situación se torna tan crítica que termina haciéndose por descarte.