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Antigua instalación de la polémica Agencia de Seguridad Nacional de EE UU en Berlín. :: P. KOPCZYNSKI / REUTERS
MUNDO

EE UU espía a Alemania, incluida Merkel, al mismo nivel que a China

Informaciones facilitadas por el informático fugado acusan a Washington de controlar cada mes 500 millones de contactos que incluyen a Merkel

R. C.
BRUSELAS / BERLÍN.Actualizado:

La publicación de una nueva remesa de información facilitada por el antiguo técnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos Edward Snowden ha desatado la indignación en Alemania, uno de los principales aliados de Washington en Europa junto a Reino Unido. La revista alemana 'Der Spiegel' difundió ayer que los servicios secretos norteamericanos almacenan cada mes la referencia de alrededor de 500 millones de llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de un país que EE UU clasifica como un objetivo similar a China o Irak.

Documentos filtrados por el joven exasesor de la inteligencia Edward Snowden al semanario germano hablan de operaciones sistemáticas de control en territorio alemán, que los servicios secretos de EE UU han convertido en «objetivo prioritario». Fráncfort recibiría una atención especial, no por su condición de capital financiera de la zona euro sino como eje continental de las comunicaciones en internet. Para explicar el empeño estadounidense por enterarse de lo que se cuece en Alemania, desde la jefatura del Gobierno que encabeza Angela Merkel al último ciudadano, algunos analistas recuerdan que los atentados del 11-S contra Nueva York y Washington se gestaron en Hamburgo.

«Si las informaciones de los medios son correctas, recuerdan a las actividades entre enemigos durante la Guerra Fría. Supera cualquier imaginación que nuestros amigos de EE UU nos vean a los europeos como enemigos», señaló la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, para quien el Gobierno de Barack Obama difícil puede esgrimir en esta ocasión «el argumento de luchar contra el terrorismo» para justificar el espionaje.

Los alemanes son muy sensibles a la actividad de los servicios secretos tras décadas bajo la vigilancia de la temida Stasi de la República Democrática Alemana, y mantienen a la Gestapo en la memoria. Y ahora se encuentran con que los controles de EE UU alcanzan al Gobierno de Berlín.

Según 'Der Spiegel', en una jornada «corriente», la NSA vigila en el país unos 20 millones de conversaciones telefónicas y otros 13 millones de comunicaciones digitales. En casos concretos, como la Nochebuena pasada, viajaron hasta la central de la agencia estadounidense en Fort Meade trece millones de controles. Ya para el 7 de enero la escucha se había disparado hasta los 60 millones.

Investigación

La Fiscalía alemana, competente en seguridad nacional, ha anunciado ya que estudia abrir una investigación que podría llevar a presentar cargos penales. La canciller no se ha pronunciado sobre el espionaje, pero durante la reciente visita de Barack Obama a Berlín Merkel defendió los sistemas de vigilancia en Internet para combatir el terrorismo y aseguró que las escuchas evitaron atentados en suelo germano.

Francia, por su parte, protestó ayer por una vigilancia «inaceptable», en palabras del titular de Exteriores, Laurent Fabius.

EE UU afronta así una creciente indignación de sus aliados europeos, la imposibilidad de detener al filtrador -atrapado desde hace una semana en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétievo-2 de Moscú- y la certeza de que las informaciones confidenciales continuarán saliendo a la luz. Al menos así lo garantiza el 'padrino' de Snowden, el patrón de Wikileaks, Julian Assange.