Dos años de buen Gobierno
PRESIDENTE DE DIPUTACIÓN Actualizado: GuardarEn mayo, cuando tocaba hacer balance del primer año de legislatura, PSOE e IU pasaron de puntillas sobre la cuestión y sólo pudieron echar mano de dos medidas en proyección, sobre vivienda y la exclusión social, que hoy ya resultan insuficientes. Esta semana, cuando tocaba debatir sobre el estado de Andalucía en el Parlamento, el PSOE acabó hablando de la renuncia de Griñán (el presidente que nunca ganó unas elecciones) y de la crisis del PSOE. Como si a los andaluces les importara en verdad los asuntos internos de un partido que lleva años anteponiendo sus cuitas a las preocupaciones de los ciudadanos y ha dejado de ser la opción mayoritaria.
Ahora, próxima la fecha en la que se cumplen dos años del Gobierno del PP al frente de la Diputación Provincial de Cádiz, no vamos a rehuir el debate ni el análisis, como han hecho recientemente PSOE e IU. En el PP damos la cara. En los próximos días aportaremos los detalles de la gestión. Pero hoy podemos avanzar, sin caer en la autocomplacencia, que los grandes objetivos marcados al inicio del mandato se están cumpliendo.
Mientras un Gobierno se enreda en debates sucesorios y apunta a Rubalcaba y Madrid, en Cádiz, el Gobierno provincial gobierna. Toma decisiones con responsabilidad y de acuerdo a las preocupaciones reales de los vecinos de todos y cada uno de los pueblos. En sólo dos años, la Diputación Provincial ha ganado en solvencia, genera confianza y concentra todos sus esfuerzos en el ámbito municipal. Hemos puesto en marcha las medidas que se esperaban en estas circunstancias y lo hemos hecho con coherencia.
En este orden, redujimos considerablemente el coste de la Administración para el bolsillo de los ciudadanos y abordamos una cuestión delicada e incómoda: la relación económica de los ayuntamientos y la Diputación Provincial y la situación en la que se encontraban las arcas municipales. Con diálogo y desde la lealtad institucional (o sea, sin el tan habitual hasta entonces sectarismo), hemos contribuido a que los ayuntamientos de la provincia en peores condiciones pudieran afrontar la crisis, pagar nóminas y proveedores. Estábamos convencidos de que, si el Ayuntamiento no funciona, la ciudad no funciona.
No lo hemos tenido fácil. Diputación cuenta con los presupuestos más reducidos de su historia. Pero hemos hecho un esfuerzo por mantener un ritmo inversor que, pese a la crisis, se ha traducido sólo en dos años en alrededor de 30 millones de euros para la construcción de edificios municipales, rehabilitación y equipamiento y carreteras. A esta cifra hay que sumar otros 45 millones de euros gestionados para las obras Profea de 2011 y 2012 (el Gobierno central no sólo no ha eliminado el Profea como voceaban los agoreros sino que no ha recortado los dineros públicos).
La inversión genera empleo. Y hemos invertido. Pero, además, hemos puesto en marcha planes de empleo novedosos. Por convicción pero también por obligación. Con las políticas activas de empleo paralizadas por parte de la Junta de Andalucía alguien tenía que hacerlo. Y Diputación, siempre en colaboración con los empresarios, los representantes de los autónomos y los sindicatos, lo ha hecho con la elaboración de una estrategia para la consolidación del tejido empresarial, la creación de nuevas empresas y la formación e inserción laboral. Dos datos: para autónomos y mejora de espacios industriales y comerciales, hemos invertido 6 millones de euros; para los que los desempleados se formen y encuentren trabajo, invertimos 14,6 millones de euros. En esta estrategia, el turismo es pilar fundamental. El sector sabe que Diputación es su aliado y hemos conseguido proyectar la marca Cádiz en el ámbito nacional e internacional reduciendo el coste. Con imaginación, hemos sabido proyectar la imagen de la provincia como destino tanto al mercado nacional como al internacional, además de fomentar la potencialidad del aeropuerto de Jerez, como demuestra el acuerdo impulsado desde el Patronato con TUI para volver a traer vuelos directos desde Londres.
El mantenimiento de las políticas sociales en los municipios de menos de 20.000 habitantes, seriamente amenazadas por los impagos de la Junta, ha supuesto un enorme esfuerzo económico. Hoy, el Gobierno andaluz debe a Diputación 6,5 millones de euros en Ley de Dependencia y atención domiciliaria.
También la oferta cultural y la oferta deportiva para los municipios están garantizadas y son de calidad (en contra también de lo que voceaban los agoreros). Todos los gaditanos, sean del pueblo que sean, disfrutan hoy de una oferta variada y de ayudas.
Hemos hecho más con mucho menos. Podríamos haber hecho más, pero las circunstancias no han sido las más propicias. Lo importante es que lo hemos hecho razonablemente bien. Y, sobre todo, es que aún quedan dos años en los que intensificaremos nuestros trabajo. Hay esperanza. La provincia, en cualquier caso, cuenta con un Gobierno capaz.