Unas 90.000 personas reclaman la independencia en un Camp Nou abarrotado
El soberanismo exhibe músculo y presiona a Mas, que no acudió al Concierto por la Libertad, para que no frene el proceso hacia la consulta
BARCELONA.Actualizado:Aunque Esquerra Republicana de Catalunya se lo recuerda día sí y día también, Artur Mas sabe que el soberanismo, que se ha hecho fuerte desde la manifestación del pasado 11 de septiembre, no le dejará que levante el pie del acelerador en el proceso hacia la consulta sobre la independencia. Él sigue sin encontrar la fórmula que le permita convocar un referéndum legal, pero eso al nacionalismo más radical ya no le importa y cada oportunidad que se le presenta aprovecha para meterle presión y recordarle al presidente del Govern que ya no hay vuelta atrás posible.
Un Camp Nou abarrotado, unas 90.000 personas, según la organización, fue ayer un clamor a favor del derecho a decidir y de la independencia. El llamado Concierto por la Libertad, que acogió en el coliseo azulgrana la actuación de una cuarentena de artistas, casi todos ellos catalanes, significó una nueva exhibición de músculo por parte del independentismo, que se prepara para 2014, el año que CiU y ERC acordaron celebrar el referéndum.
El concierto le llegó a Mas en un momento delicado. Presionado por las encuestas y las dificultades económicas, el presidente, que antes de final de julio reclamará a Rajoy por carta la celebración del referéndum, anunció hace 20 días que su intención es acabar la legislatura y que por tanto no sería descartable que la consulta tuviera que aplazarse hasta 2016. Pero ERC, primero, que le da apoyo a su Gobierno, y el secesionismo, que supera el 55% del electorado, a tenor de las últimas encuestas, no están dispuestos a dejar pasar la mítica fecha de 2014, porque ven cerca la independencia. Lo dejó claro el actor Joel Joan durante el concierto: «Que sea la última vez que llenamos el Camp Nou para reclamar la libertad», la próxima vez «celebraremos que ya somos libres», dijo. Muriel Casals, la presidenta de Ómnium Cultural, entidad organizadora de la cita, también quiso apretarle a Mas: «Nuestros representantes deben ir concretando ya el camino», dijo.
El macroconcierto tuvo un poco de todo: música, poesía, castellers y sobre todo mucha reivindicación. Fue un acto popular, si bien contó con el apoyo de buena parte del nacionalismo catalán más oficial. Estuvo el Govern, representado por seis consejeros (Mas no fue porque se casaba su hija). Josep Antoni Duran Lleida tampoco asistió, para no encender los ánimos, aunque CiU tuvo una nutrida representación.
Uno de los momentos más emotivos de la noche se produjo cuando hacia las 10, a la mitad del concierto (duró cuatro horas), los 90.000 espectadores crearon un gran mosaico que rezaba 'Freedom for Catalonia, 2014', mientras sonaba el himno de Cataluña.