EL INFORME QUE LLEVÓ A BÁRCENÁS A LA CÁRCEL
Un demoledor atestado de la Udef, que concluye por primera vez que el extesorero era el 'capo' de su propia red, fue clave para la orden de prisión. Creó una trama de asesores, testaferros y sociedades con una «planificación de especial sofisticación» para poner a salvo su fortuna
Actualizado:Los papeles que llevaron el pasado jueves a Luis Bárcenas a la cárcel no son sus famosos libros sobre la supuesta contabilidad B del PP. El extesorero terminó con sus huesos en Soto del Real por 'culpa' de otros papeles, los de la Policía. Exactamente 181 folios que la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) remitió al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el lunes, tres días antes del interrogatorio que terminó con la orden de prisión. En ese vasto informe, al que ha tenido acceso este periódico , los investigadores, por primera vez, 'levantan el velo' y hacen una fotografía de lo que realmente era Bárcenas, el 'capo' de una impresionante red de fraude al fisco, comisiones y lavado de dinero al por mayor.
El informe «57.750/13 UDEF-BLA», encargado por el propio Ruz, por primera vez analiza y pone en valor la ingente documentación enviada por las autoridades suizas, que desde el pasado enero se han volcado en responder todas y cada una de las solicitudes de información de la Audiencia Nacional. La petición de Ruz a la Policía no era baladí: fuera como fuera, quería tener el jueves encima de su mesa ese análisis cuando interrogara a Bárcenas sobre sus tres nuevas cuentas encontradas en el Lombard con otros 26,9 millones. La policía, aceptó el órdago del juez, sabedora que era ahora o nunca y que el instructor, tras cuatro año de investigaciones, iba a necesitar mucha y buena munición para meter entre rejas al hombre que durante dos décadas dirigió las finanzas del partido del Gobierno.
En solo una semana, los especialistas de Brigada de Blanqueo de Capitales escudriñaron miles de asientos contables para llegar a una conclusión: Bárcenas llegó a crear una «estructura internacional», una suerte de mafia, solo y exclusivamente para esconder su fortuna detrás de ese parapeto y conseguir «desvincularse de los fondos generados de las operaciones en las que participa en España». Principalmente, la recepción de comisiones millonarias por la adjudicación de obras públicas por parte de las administraciones populares.
Lo que describe la Udef es una organización delictiva, al menos activa desde los noventa (sino mucho antes), con 'aparatos' diferentes como si de una banda criminal se tratara. La red de Bárcenas contaba con una «estructura societaria» para operar en paraísos con sociedades pantallas como Fundación Sinequanon y Granda Global en Panamá o Tesedul en Uruguay. El extesorero también había tejido lo que la policía denomina una «estructura de dominio», una suerte de ejército de testaferros y apoderados. «Un conjunto de personas -apunta la Policía- cuyo papel es el de mera pantalla, ya sea como administradores de entidades o para ejecutar operaciones mercantiles, financieras o jurídicas». Nombres como la del también extesorero del PP José Luis Sanchis o el del omnipresente testaferro del exsenador, Iván Yáñez, encabezan esa lista de 'mercenarios'.
Los investigadores también revelan la existencia de una infraestructura externa de «asesoramiento» especializado con técnicos de gestoras internacional como Impala o Favona para ayudar a Bárcenas a crear mecanismos para protegerse aún más. Y tampoco se olvidan de los siempre 'serviciales' «gestores» de las dos entidades financieras suizas con las que trabajaba, el Dresdner Bank y el Lombard Odier, que no dudaban en asesorar a su cliente vip sin hacer preguntas de dónde traía tal cantidad de dinero, siempre en efectivo.
El informe por fin reconstruye el relato de la inmensa fortuna que Bárcenas llegó a acumular en el país helvético. Pero es un relato incompleto, porque, la verdad, la propia Policía admite que sigue desconociendo la génesis de todo el emporio económico. La ayuda suiza ha permitido saber que, al menos desde junio de 1999, el entonces gerente del PP empezó a operar en el país centro europeo, pero de los años anteriores no hay información alguna que para detectar el origen.
Enero de 2008
Lo que sí tienen claro los investigadores es que el punto álgido de la fortuna del extesorero en Suiza fue en enero de 2008, cuando llegó a acumular en las dos cuentas suizas exactamente 48.292.341 euros. Bárcenas llegó a esa extraordinaria suma con continuos viajes a Ginebra cargado de billetes de 500. En total esos depósitos recibieron en los últimos años 68 «abonos», la mayoría en metálico, por valor de 8.276.722 euros. Un dinero que el entonces senador del PP por Cantabria pasaba sin problemas por fronteras y aeropuertos.
La estructura que él mismo montó para amasar esa fortuna totalmente opaca al fisco fue la misma que usó para sacar a toda prisa el dinero de Suiza cuando a inicios de 2009 el exjuez Baltasar Garzón le puso en el punto de mira. «En agosto de 2009 cesan las aportaciones de fondos». Toda la mafia de Bárcenas se moviliza para enviar dinero a América. Hay una «planificación de especial sofisticación» para alejar el dinero de las manos de las Audiencia Nacional, explica la Udef. Así, en una maniobra diseñada al detalla, rebaja sus depósitos en el país helvético en tres años a algo más de nueve millones de euros, la cantidad que luego trataría de regularizar en la amnistía fiscal del pasado año.
El larguísimo dossier dibuja a una suerte capo mafioso, que no deja nada al azar y que se ocupa personalmente de toda la compleja maquinaría delictiva. Que araña tiempo de sus actividades 'políticas' en el Senado, en el PP y en la tesorería del partido y de sus días de esquí y noches de lujo para marcharse a Ginebra a fin discutir a 'cara de perro' hasta la más pequeña comisión, como hacía con Francisco Correa y los suyos cuando se ganó el apodo del «Luis, El cabrón».
Es «preciso», como le definen sus gestores suizos. Su «perfil de inversor» da buena cuenta de que no deja nada al azar. «Bárcenas toma sus propias decisiones como inversor y considera al banco como mero depositario. Y tiene el control directo de todas las operaciones», apunta el atestado policial.
Mentiras
Como los grandes delincuentes, Luis Bárcenas miente. Miente hasta a los bancos suizos donde jamás se presentó como un político español y que solo reconoció su verdadera identidad cuando sus gestores vieron su nombre en la web de la cámara alta. Los papeles de la Brigada de Blanqueo de Capitales dan cuenta de los reiterados intentos del exsenador por meterse en el papel de un hombre de negocios internacional con olfato para los pelotazos, eso sí legales. El imputado más famoso de España se presentó durante años -apunta el documento- como «profesional independiente, economista o empresario» con una fortuna que provenía de «sus actividades en el sector inmobiliario, publicidad, marketing y relaciones públicas», amén de su incursiones exitosas en el mercado de arte.
Ese documento, fiel reflejo de la historia de vida y de las mentiras de Bárcenas durante dos décadas, estaba sobre la mesa de Pablo Ruz el pasado jueves. El juez -explican fuentes de la investigación- fue subrayando, garabateando y haciendo anotaciones sobre ese dossier mientras escuchaba las respuestas de Luis Bárcenas, las últimas explicaciones en libertad del que fuera uno de los hombres más ricos y poderosos en España.