Calderilla intergaláctica

Quién sabe si, en un futuro, llegará el día en el que uno se abroche la icónica pulsera del 'todo incluido', comience a ponerse tibio a daiquiris y mojitos cambiando la brisa de una paradisiaca playa por la inmensa vista de los mares lunares. Con una imaginación estratosférica, hay algunos capaces de imaginarse practicando su 'swing' en un campo de golf que extienda por algún rincón del satélite terráqueo, con el peligro de que su palo del cinco salga volando por los aires si no se agarra con firmeza; o pagando una ronda de cañas a los amigos en una terracita en la cara oculta de la Luna. La idea de colonizar el espacio suena a ciencia ficción, de la misma manera que sonaba grande eso de elevarse por el cielo como los pájaros hasta el primer viaje en globo en 1783.

François de Rozier y el marqués de Arlandes bien podrían verse reencarnados en Richard Branson, fundador de la aerolínea espacial Virgin Galactic; o los responsables de 'Mars Ono', que hace poco lanzaron una campaña para seleccionar candidatos para viajar sin billete de vuelta a Marte en 2023. En medio de tanto postulado del futurismo, el turismo más allá de la atmósfera ya ha despertado el interés de un buen puñado de personalidades y famosos que no han dudado en extender un generoso cheque cargado de ceros para hacerse con un sitio en un pasaje que deja la 'bussiness class' como pasajes de 'low cost' y vivir el efecto de la gravedad cero sobre sus carnes.

Mientras que algunos de los que están dispuestos a convertirse en los hoteleros del mañana llevan años augurando que un complejo para albergar a cerca de cuarenta huéspedes está más cerca de lo que parece -un proyecto 'Galactic Suite' abrió en 2008 las reservas para la apertura prevista en 2012 y todavía no se sabe nada de estas estancias-, hay quienes idean ya cómo será la economía de estas urbes del futuro. ¿Se abonarán las compras en efectivo o con tarjeta? ¿Se podrá pagar acercando el móvil al cajero de una posible estación de servicio pasada la atmósfera? ¿Billetes o calderilla? «Ya sea para pagar una factura o enviar ayuda económica a un familiar que esté en la Tierra, necesitaremos tener acceso al dinero. Estoy seguro de que el ser humano llegará a Marte y quiero estar vivo para verlo», asegura el exastronauta Buzz Aldrin, uno de los principales padrinos de una novedadosa iniciativa que se ha puesto sobre el tablero.

El último proyecto es la idea de crear una moneda intergaláctica, algo que solo se había visto en sagas cinematográficas de renombre como 'Star Treck' o 'Star Wars', donde la divisa vigente en la mayoría de territorios eran los dactarios de la República. El que para muchos es un disparatado proyecto ha nacido de los responsables de PayPal, el servicio de pago en línea, que el pasado jueves presentó su proyecto 'Galactic'. «A día de hoy no podemos dar respuesta a muchas de las incógnitas existentes, ni siquiera el año próximo, pero lo que sí está claro es que no se hará uso del dinero en efectivo en el espacio», afirmó David Marcus, máximo dirigente de la empresa. La idea no es otra que sentar las bases del futuro sistema financiero del espacio exterior, ahora que la economía en la Tierra está en horas bajas.