Ecuador neutraliza la amenaza de EE UU
LA HABANA. Actualizado: GuardarEcuador rechaza las amenazas del coloso estadounidense para evitar que conceda asilo político a Edward Snowden, el informático que hasta hace un mes trabajó para la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos y desveló después el masivo espionaje de las comunicaciones de millones de ciudadanos en todo el mundo. El Gobierno de Rafael Correa «no comercia con los principios» y renuncia «de manera unilateral e irrevocable» a los aranceles preferenciales que Washington le viene concediendo por su contribución a la lucha contra el narcotráfico.
La tajante respuesta del Ejecutivo de Correa a la advertencia del presidente Barack Obama de que usará «todos los canales» para detener y poner a disposición de la Justicia de EE UU a Eduard Snowden confirmó los temores expresados en los últimos días por legisladores norteamericanos, que pedían a la Casa Blanca que no renovase el convenio preferencial con Quito. Y sembró la inquietud entre la clase empresarial de Ecuador. «Correa juega con fuego», resumió el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio, Blasco Peñaherrera.
«Es una decisión equivocada y precipitada, pues no ha habido un anuncio formal del Gobierno de EE UU vinculado al 'caso Snowden'», dijo a la AFP el titular del Comité Empresarial Ecuatoriano, Roberto Aspiazu, para quien el Ejecutivo de Quito se indignó por un editorial de 'The Washington Post' crítico con la decisión de estudiar la petición de asilo. El dirigente empresarial, que representa a 35 gremios productivos, observó que el impacto será mayor considerando que Ecuador no tiene un acuerdo comercial con los estadounidenses, a diferencia de sus vecinos Colombia y Perú.
El secretario de Comunicación del Ejecutivo ecuatoriano, Fernando Alvarado, declaró que su país «no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles por importantes que estos sean». Washington está presionando para recuperar al topo, y amenaza a Quito con suspender su ventajoso intercambio comercial si decide acoger a Snowden cuando ya alberga, desde hace más de un año, al fundador de Wikileaks, Julian Assange, en su Embajada en Londres.
«Ecuador renuncia de manera unilateral e irrevocable a las preferencias arancelarias. Es más, ofrece a EE UU una ayuda de 23 millones de dólares (17,6 millones de euros) anuales, monto similar al que recibíamos por las preferencias arancelarias», confirmó Alvarado a la prensa. El funcionario explicó que esa cantidad debería servir para «brindar capacitación en derechos humanos que contribuya a evitar atentados a la intimidad de las personas, torturas, ejecuciones extrajudiciales y demás actos que denigren a la Humanidad». Alvarado concedió que existan «mecanismos de lucha contra el terrorismo», pero sin que «se atropellen los derechos humanos y la soberanía de los pueblos».
La reacción ecuatoriana censura igualmente el apoyo de la legisladora republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen a la retirada de las ventajas comerciales y a aplicar otras sanciones si Ecuador acoge al extécnico de la NSA. Estudiar la petición de asilo podría llevar al menos dos meses. Mientras, el temor de Snowden y quienes lo apoyan es que EE UU consiga atraparlo para juzgarlo por «traición» y «espionaje».
Sin salvoconducto
Sobre la concesión de un salvoconducto, la secretaria nacional de Gestión Pública de Ecuador, Betty Tola, negó que su país haya expedido documento alguno a favor de Snowden, después de que el informativo de Univisión Noticias mostrase un documento fechado el día 22 y firmado por el cónsul en Londres, Fidel Narváez. Este diplomático se ocupa de Assange, que a su vez dice estar ayudando a Snowden.
El Gobierno de Correa «no ha autorizado la expedición de ningún salvoconducto» que permitiría a Snowden trasladarse a Ecuador. Si esta opción se complica, el filtrador podría recurrir a Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, explicó que si recibe una solicitud de acogida la atendería casi con toda seguridad.