Sociedad

La mano del hombre está detrás del 96% de los incendios forestales

El 55% de los fuegos son intencionados y un 23% se originan por negligencias, según un informe de WWF

MADRID. Actualizado: Guardar
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En España se producen una media de 16.500 incendios anuales. Y en el 96% de los casos el único responsable es el hombre. Así lo pone de manifiesto el informe 'Bosques vulnerables a grandes incendios', presentado ayer y elaborado por WWF y la Fundación AXA. El texto alerta del incremento del número de grandes fuegos que devastan miles de hectáreas cada verano y denuncia la reducción por parte de la Administración central y autonómica de la inversión en políticas y planes de prevención. «Somos buenos apagando incendios, pero no evitando que se produzcan», lamentó Lourdes Hernández, responsable del área de bosques de WWF.

El grupo ecologista reconoció una mejora en las cifras de siniestros. El documento destaca que en la última década (2002-2012) el número total de incendios se redujo un 19%. También resalta que en el 64% de los casos, los incendios son controlados en fase de conato, es decir, antes de que el fuego recorra una hectárea y en el 99,8% de las ocasiones se consigue extinguir el incendio antes de que calcine las 500 hectáreas. Por el contrario, los grandes incendios forestales (GIF) cada vez son más frecuentes y virulentos. De hecho, pese a representar solamente un 0,2% de los fuegos, son los responsables de arrasar el 41% de la superficie quemada cada año. Los grandes fuegos han pasado de calcinar una media de 1.435 hectáreas en los años 90 a las 1.850 en la última década.

Desde WWF insistieron en la importancia de conocer las motivaciones por las que se originan los fuegos para poder evitarlos. El 55% de los incendios son intencionados, un 23% se deben a una negligencia, el 15% tienen causas desconocidas y solo un 4% se iniciaron por un rayo. Sin embargo, se desconoce el 40% de las motivaciones de los incendios intencionados. Las zonas más vulnerables a sufrir estos grandes incendios, según el estudio, reúnen una condición meteorológica adversa, una orografía que dificulta la extinción y un incremento de la combustibilidad por el abandono de actividades agrarias.