Golpe de los talibanes en la zona más protegida de Afganistán

Los talibanes siguen sumando victorias morales en la recta final de la misión de la OTAN en Afganistán. Un comando de ocho insurgentes burló las medidas de protección del que supuestamente es el lugar más seguro del país gracias a unas acreditaciones falsas y golpeó en el palacio presidencial, la sede central de la CIA y el Ministerio de Defensa. Un triple golpe en el que murieron al menos once personas, entre ellas todos los atacantes, según la Policía, y reivindicado de forma inmediata por un portavoz talibán.

Hamid Karzai se encontraba en el momento del ataque en su palacio, donde iba a recibir a un grupo de periodistas para hablar de su entrevista con James Dobbins, enviado de la Casa Blanca al frente 'Af-Pak', sobre las negociaciones entre EE UU y los talibanes en Catar. Los reporteros se vieron en medio de un fuego cruzado que duró casi dos horas, hasta que las fuerzas de seguridad controlaron la situación.

Es el segundo ataque de envergadura desde que hace una semana los insurgentes anunciaron que abrirán oficina diplomática en Doha e iniciaban la negociación con Washington para buscar una solución dialogada a doce años de guerra. En otro incidente en la provincia sureña de Kandahar, al menos diez personas de la misma familia que iban a una boda murieron cuando su vehículo pisó un artefacto explosivo.

El inicio de las conversaciones en Catar no ha traído el alto el fuego y la insurgencia pone a prueba a las fuerzas de seguridad afganas. Tras la operación insurgente en Kabul el cuartel general de la Alianza informó de que «la respuesta es competencia de Ejército y Policía afganos, pero estamos listos por si nos necesitan». Un modelo de actuación que se mantendrá hasta que se consume la retirada a finales de 2014.