Wert sugiere la expulsión de los universitarios con nota inferior a 6,5
«No es que les paguemos los estudios, es que les pagamos por estudiar», dice el ministro, cuyas declaraciones son tildadas de «clasistas» por el PSOE
Actualizado:El ministro Wert se crece en el castigo, como él mismo dice, y qué duda cabe de que entra al trapo de cualquier polémica. Ayer convulsionó a la comunidad educativa al sugerir que el estudiante que se muestre incapaz de obtener una nota media de 6,5 puntos sobre diez debe ser expulsado de la universidad. José Ignacio Wert, para quien la cultura del esfuerzo se acerca al baremo de la excelencia académica, lo dijo con cierta finura. Se preguntó si está «bien encaminado» aquel estudiante que no coseche ese promedio.
Las investigaciones demuestran que los alumnos más pobres presentan peor expediente académico, mientras que la sociología enseña que las élites tienden a reproducirse. Por añadidura, un mal rendimiento académico no es sinónimo necesariamente de fracaso. Los profesores de Albert Einstein no tenían un buen concepto del padre de la teoría de la relatividad.
«No es que les paguemos los estudios, es que les pagamos por estudiar», sostuvo Wert en una entrevista concedida a TVE. El ministro contestaba a una pregunta referida a las notas que deben tener los estudiantes para ser beneficiarios de una ayuda al estudio.
«La pregunta que hay que hacerse es si ese estudiante que no puede conseguir un 6,5 está bien encaminado o debería estar estudiando otra cosa», dijo el ministro.
Wert negó la premisa mayor, es decir, que su propuesta sea elitista. Dar por hecho que un estudiante no va a poder optar a una beca con los nuevos requisitos equivale a considerar que los alumnos españoles son mediocres. Y no lo son. De acuerdo, con el ministro, hay 1,5 millones de universitarios que superan el 6,5. El problema estriba en que cada año las exigencias académicas se endurecen, en detrimento de la ponderación de los ingresos económicos familiares. De acuerdo con la Conferencia de Rectores, con la nota de 6,5 perderán la beca el 30% de los alumnos.
José Ignacio Wert adujo que las becas no se conceden solo atendiendo a los que menos recursos tienen, sino que se inspiran en conceptos de política educativa. Esto es, las ayudas se conceden como estímulo para que los alumnos hagan lo que se espera de ellos, que no es otra cosa sino estudiar. Las ayudas «se dan para que estudien». «No es una exigencia exagerada», apostilló.
Con respecto a las demandas económicas, el ministro sostuvo que «tampoco estamos hablando de umbrales de miseria». Para que los universitarios queden exentos de las tasas académicas, los ingresos brutos requeridos para una familia de cuatro miembros no pueden exceder los 38.500 euros anuales. Con relación a la cuantía de las ayudas, argumentó que una beca que contemple el desplazamiento del estudiante puede superar los 8.000 euros, como es el caso de la beca-salario. Según el ministro, la proporción de alumnos que accede a una ayuda de este importe es del 20%.
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, acusó al ministro de Educación de querer restaurar «el clasismo» en la enseñanza superior, con el fin de que los más adinerados recuperen «los privilegios de clase que tuvieron en el pasado». Valenciano subrayó que los estudiantes no tienen por qué superar un «concurso» para gozar de una ayuda de estas características. Para el Sindicato de Estudiantes, Wert ha ido más allá que un ministro de la dictadura. «Es una barbaridad que ni siquiera los ministros del franquismo se hubieran atrevido a afirmar», aseguró la organización, que pidió la «dimisión inmediata» del ministro. A las pocas horas de las declaraciones de Wert, las redes sociales se inundaron con críticas acerbas al ministro. Los internautas incluso sacaron a relucir el expediente académico del expresidente Aznar, cuya nota en la «prueba de madurez» de lengua francés en el preuniversitario fue de 6,4, según uno de los mensajes de Twitter.