El de ahora, sí
Actualizado:Un mundo en el que, en lugar de la solidaridad, dominan diversas formas de imperialismo... es un mundo sometido a estructuras de pecado. Esta frase la firmaba el beato Juan Pablo II en 1986, era la encíclica 'Sollicitudo Rei Socialis', quizá si le hubiéramos hecho caso, nuestro presente no fuera tan negro. Se puede decir más alto, pero se le silenció, ¿o habría que decir lo silenciamos?
Esto ocurrió a los pocos años de que perdonara a quien intentó matarle.
Benedicto XVI dijo en la mismísima sede de la FAO que hoy el hambre y la miseria son inaceptables. De nuevo, una frase sin muchas componendas. Unos años después, Ratzinger renuncia al trono de San Pedro y creo que podemos decir que su vida se ha ocultado para el mundo. Un gesto que refleja quién es en realidad aquel que fuera llamado guardián de la ortodoxia o panzer cardinal.
El Papa Francisco ha cumplido 100 días de pontificado; ha renunciado a vivir en el palacio apostólico del Vaticano, se pasea por la plaza de San Pedro en coche descubierto, se baja del coche, saluda a la gente; enfermos, moteros, rockeros, etc. Sueña con una Iglesia pobre y para los pobres y clama para que los pastores huelan a oveja, y para que los cristianos cambiemos el aburguesamiento por la revolución desde el corazón.
Parece que hay quien quiere ver un giro, un cambio de orientación... Yo sólo veo personas que, teniendo la misma responsabilidad, han pertenecido a generaciones, sensibilidades e incluso continentes diferentes.
Veo el mismo hilo conductor evangélico en perdonar al enemigo, desaparecer para el mundo, y arriesgar la vida todos los días renunciando a blindajes.
Pero, sobre todo, veo la misma denuncia profética, ante pastores preocupados más del establo que de las ovejas, y ante cristianos que, acurrucados en nuestras almohadas burguesas, somos capaces de callar el mensaje revolucionario que, precisamente por ello y tras 2.000 años, todavía está por estrenar.