Berlusconi, condenado a 7 años e inhabilitación pública de por vida

El líder de la derecha italiana de los últimos veinte años y dos veces primer ministro, Silvio Berlusconi, escuchó ayer la sentencia más dura de su vida, y ya ha tenido que oír muchas, en el juicio del 'caso Ruby': siete años de cárcel, uno más incluso de lo que pedía el fiscal, por abuso de poder y prostitución de menores, más una inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos y de siete para actos legales. La resolución, cuyo texto será difundido de aquí a tres meses en otra próxima jornada candente, no es firme y sus abogados han anunciado recurso. Entre el nuevo proceso y el fallo definitivo del Supremo la incertidumbre se mantendrá, como mínimo, hasta finales de 2014. Y esta vez al 'Il Cavaliere' no le salvará la prescripción, pues nunca le han acusado de un delito tan reciente.

La sentencia, firmada por tres magistradas, es tan severa que barre de golpe todos los ribetes de farsa y vodevil del caso. Del descubrimiento del 'bunga bunga', las fiestas eróticas de Berlusconi en su casa, a la trola de que pensaba que 'Ruby' era la sobrina de Mubarak, o aquello de que eran «cenas elegantes», o incluso inocentes concursos de 'burlesque'. Según los fiscales, era «un sistema de prostitución organizado para la satisfacción» del entonces primer ministro.

Es más, la resolución ha ordenado a la Fiscalía investigar un posible delito de falso testimonio en 33 testigos y 30 son de la defensa de Berlusconi, chicas y amigos del magnate, que contaron que aquellas fiestas eran de lo más normal. Una versión que contrasta con decenas de escuchas telefónicas. Entre ellos se halla la diputada Maria Rosaria Rossi, la parlamentaria europea Licia Ronzulli, y dos asesores del exprimer ministro, Valentino Valentini y Bruno Archi, que actualmente es viceministro de Exteriores del Gobierno de Letta y le augura otro dolor de cabeza. También está el guitarrista de cabecera del mandatario, Mariano Apicella, que amenizaba los saraos y a quien ha comprado una casa.

Está por ver si este filón puede derivar en una nueva acusación contra Berlusconi de corrupción de testigos -delito que ya cometió en el 'caso Mills', donde se salvó por la prescripción-, pues a todas las jóvenes de sus fiestas, un total de 42, les pasa un sueldo mensual de 2.500 euros. Alega que es para compensar el daño de imagen que les ha causado la prensa por pintarlas como prostitutas.

El escándalo estalló en octubre de 2010 y los hechos se remontan a un periodo entre febrero y mayo de ese año, cuando Karima el-Mahrough, 'Ruby', una marroquí de 17 años frecuentó las fiestas de la mansión del jefe del Ejecutivo en Arcore, en las afueras de Milán. Pese a ser menor, se habría acostado con el mandatario varias veces a cambio de dinero, aunque él siempre ha dicho que ignoraba su edad y que no ha pagado en su vida por acostarse con nadie. Aunque decenas de chicas que pasaban por esas veladas se llevaban sobres con 2.000 O 3.000 euros, cifra que se doblaba para las elegidas a quedarse a dormir, y también regalos. Incluso varias eran mantenidas en apartamentos.

Caída de sus acciones

Pero en realidad, con ser la prostitución el aspecto más vistoso para los medios, el delito más grave es el otro, concusión o abuso de poder. Es la imputación que genera seis de los siete años de condena. Nace de lo ocurrido la famosa noche del 27 de mayo de 2010, el episodio con el que todo comenzó a salir a la luz. 'Ruby' fue detenida por robo en Milán y la fiscal de menores ordenó su ingreso en un centro de acogida. Sin embargo, Berlusconi llamó esa noche siete veces a la comisaría y fue puesta en libertad, entregada a Nicole Minetti, diputada regional de Milán, amante del primer ministro y también juzgada acusada de organizar el sistema de prostitución. Las explicaciones del magnate dieron la vuelta al mundo: creía que era sobrina del presidente egipcio, Hosni Mubarak, una historia que 'Ruby' le habría contado, e intentó evitar un conflicto diplomático. Para los fiscales y también para el tribunal, quería evitar que sus relaciones salieran a la luz.

Entre las personas que ahora se arriesgan a una acusación de falso testimonio se halla la comisaria de Policía que aquella noche dejó ir a 'Ruby', Giorgia Iafrate. Aseguró que la fiscal de menores al final le dio el visto bueno, pero la magistrada lo niega. Las jueces también han ordenado confiscar bienes de 'Ruby' y su novio e invitan al colegio de abogados a estudiar un expediente contra el primer abogado de la joven, por práctica irregular al interrogarla para saber lo que declaró a los magistrados, y en presencia de otras personas que, se sospecha, podrían ser enviados de 'Il Cavaliere'.

Por todo esto Berlusconi aguantó un año sin sentirse obligado a dimitir. Solo cayó en noviembre de 2012 al perder su mayoría. Las acciones de su emporio Mediaset cayeron ayer un 5,1%.