Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Wert, con Montserrat Gomendio y el vicepresidente segundo del Consejo de Universidades, José Antonio Cobacho. :: VÍCTOR LERENA / EFE
Sociedad

Wert se niega a suavizar los requisitos de las becas universitarias«Estoy muy orgulloso de haber aprendido catalán»

Los rectores consideran «inconstitucional» el nuevo modelo y plantearán la próxima semana sus propuestas al Gobierno

DAVID VALERA
MADRID.Actualizado:

Un cambio en las becas para el Bachillerato, puede. En Universidades, no. Ese es el resumen de las dos reuniones de los últimos días mantenidas por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, con las comunidades autónomas y los rectores sobre el nuevo sistema de becas propuesto por el Gobierno que incrementa todavía más los niveles académicos para acceder a la ayuda.

Si el miércoles los consejeros autonómicos -incluidos los del Partido Popular- alertaron del riesgo de «expulsar» del sistema educativo a los estudiantes de Bachillerato y condenarlos al elevado paro juvenil al aumentar a un 6 los requisitos académicos, ayer los rectores fueron más allá al considerar que el borrador del decreto es inconstitucional porque «atenta contra los principios de igualdad en el acceso de los estudios superiores». Sin embargo, si Wert se mostró partidario de «revisar» el endurecimiento en el Bachillerato, fue mucho más tajante en su rechazo a modificar lo que respecta a las exigencias académicas en las universidades: «Nuestra posición no ha variado tras esta reunión».

El ministro se esforzó durante su comparecencia en distinguir el rendimiento académico requerido para las becas entre el Bachillerato y la Universidad. Wert aseguró que la tasa de matriculación universitaria ya cumple los objetivos de la estrategia de Europa 20-20, por lo que el objetivo del Ejecutivo no es tanto incrementar el acceso «cuanto conseguir un mejor rendimiento frente al ingente esfuerzo de la sociedad en materia universitaria», explicó. Una vez más insistió en que los requisitos no son de «excelencia» sino para incentivar un mayor «rendimiento académico». Además, el ministro se mostró sorprendido por las críticas generadas sobre un aspecto que ya estaba contemplado en el decreto aprobado para el curso anterior.

En cualquier caso Wert insistió en mantener el «diálogo». De hecho, ambas partes mantendrán varias reuniones informales durante la próxima semana donde estudiarán las propuestas de los rectores. Sin embargo, el ministro dejó claro que «una revisión con carácter general de los requisitos no está en nuestro horizonte».

Los rectores de las 75 universidades acudieron a la reunión con la idea de expresar unánimemente su rechazo al decreto. La presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Adelaida de la Calle, dejó claro su rechazo: «Tenemos que ver que, en este momento, no podemos perder derechos constitucionales adquiridos por la sociedad como la igualdad de oportunidades para hacer una sociedad más justa».

Los rectores también se quejaron de que pese a haber hecho peticiones formales para reunirse con el ministro para tratar del decreto de becas, este siempre ha hecho oídos sordos. Por su parte, el rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, ya había anunciado a la entrada de la reunión que los rectores pedirían «la retirada del reglamento».

Los requisitos previstos por Educación para el próximo curso pasan por primar las rentas más bajas y las mejores calificaciones, pero para los rectores exigir un 6,5 -este año es un 5,5 y anteriormente bastaba el aprobado- rompe el principio de equidad. Otro criterio para los universitarios es aprobar el 100% de los créditos para renovar la beca al curso siguiente, salvo en enseñanzas técnicas, que se pedirá aprobar el 85% de los créditos matriculados.

En cualquier caso, el tiempo para aprobar el decreto apremia. El objetivo del Gobierno es que el Consejo de Ministros le dé el visto bueno en el mes de julio para que entre en vigor cuando los alumnos soliciten la ayuda este verano.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se declaró ayer «profundo admirador» de Cataluña, su cultura y su lengua, el catalán, que habla con cierta soltura y que aprendió leyendo a autores traducidos del inglés al catalán en su juventud, ha explicado él mismo. Pese a las críticas que ha recibido la reforma de la Lomce en Cataluña por su enfoque de la enseñanza del castellano, el ministro argumentó que «cree en la riqueza que aportan el catalán y las otras lenguas de España», se reconoció «muy orgulloso» de haber aprendido el catalán en su juventud y dijo que «es imposible» que sea catalanófobo.