LeBron ya puede compararse con Jordan

Cansado de la eterna pregunta sobre su sucesor, Michael Jordan ya responde con desidia ante la repetida cuestión. En una de sus habituales contestaciones ante la insistencia de los periodistas, 'His Royal Airness' declaró que, entre los dos nombres más recurridos en las comparaciones, Kobe Bryant estaba por delante de LeBron James porque el escolta angelino había logrado cinco anillos de campeón por el único que había obtenido el de los Heat.

Pero la estrella de Miami consiguió la pasada noche colocarse a la altura de MJ y de Bill Russell, otro de los grandes mitos de la NBA, al combinar sus dos últimos galardones como 'MVP' (jugador más valioso) de la temporada (tiene ya cuatro) con los dos anillos con los Heat de manera consecutiva, algo que solo habían conseguido el escolta de los Bulls y el pívot de los Celtics.

Además, con una actuación fantástica en el último partido de la final, en la que su franquicia se impuso a San Antonio Spurs, protagonizó una de las más grandes exhibiciones individuales en un séptimo partido por el título. Sus 37 puntos y doce rebotes le hacen ser ya una referencia histórica en este tipo de eliminatorias. Y eso que comenzó con una pobre serie de una canasta de cinco intentos, que arregló con el paso de los minutos para acabar con un estupendo 12 de 23 en tiros de campo (cinco de diez en triples) y un impoluto ocho de ocho desde la línea de personal.

Además, LeBron dejó para la historia dos momentos de inspiración que tienen más que ver con su carácter de líder de la manada que con su talento para el baloncesto. Antes de comenzar el encuentro, reunió en un corro a todos sus compañeros y ejerció como guía espiritual, para dar un discurso alentador que inspiró a los jugadores de Miami. "Este es el partido que estábamos esperando para lograr otro campeonato y por el que hemos trabajano cada día cada uno de nosotros. Es nuestro 'playoff' y es ahora cuando podemos hacer que se cumpla", fueron las palabras del astro para arengar a la plantilla del vigente campeón.

Ya en plena efervescencia triunfal, 'King James' contuvo sus otras veces desatadas infulas de estrella todopoderosa para mostrar su cara más humilde cuando recibio, precisamente de manos de Russell, el trofeo como 'MVP' de la final. Con un discurso claro y contundente, el alero quiso agradecer todo lo que le había dado el baloncesto y destacó lo poco que tiene en cuenta lo que se habla sobre él. "No me importa lo que la gente opine sobre mí. Soy LeBron James, de Akron, Ohio, una ciudad del interior. Aún no sé cómo he llegado hasta aquí. Cada noche, en el vestuario, cuando veo la camiseta con el número 6 y James inscrito en ella, me siento bendecido. Todo lo que digan sobre mí no me causa ninguna preocupación", sentenció, mientras sostenía los dos trofeos logrados en la final.