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El ministro Wert, momentos antes de la reunión con los consejeros autonómicos, ayer, en Madrid. :: ÁNGEL DE ANTONIO
Sociedad

Wert cede ante el rechazo de las autonomías y rebajará los requisitos para lograr una beca

Los consejeros alertan del riesgo de «expulsar» hacia el abandono escolar a los alumnos con menos recursos

DAVID VALERA
MADRID.Actualizado:

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, dio un paso atrás en su intento de modificar el sistema de becas para aumentar las exigencias académicas de acceso ante el rechazo casi unánime de todas las comunidades autónomas a este endurecimiento en la conferencia sectorial celebrada ayer. Los consejeros autonómicos le pidieron suavizar los requisitos académicos para que los estudiantes puedan acceder a una ayuda. En concreto, consideran peligroso aumentar todavía más los niveles de nota para optar a una beca en Formación Profesional Superior (5,5) y Bachillerato (6). Temen que los nuevos requisitos «expulsen» a muchos estudiantes fuera del sistema educativo no obligatorio y les condene a engrosar un ya elevado paro juvenil.

«Nos hemos comprometido a estudiar el caso del Bachillerato», aseguró Wert tras reconocer una discusión «viva» y «profunda». El ministro asumió las dudas expresadas por las comunidades «independientemente del color político» sobre el riesgo de que la exigencia de rendimiento académico en los cursos postobligatorios afectaran a un repunte del abandono escolar temprano. «Hemos acogido las observaciones de las comunidades autónomas, pero no renunciamos en absoluto a la cultura del esfuerzo», aseguró. Sin embargo, el ministro volvió a defender que la reforma del sistema pretende garantizar que ningún alumno deje de estudiar por razones socioeconómicas.

En cualquier caso, los nuevos requisitos académicos ya han supuesto una reducción de 18.840 becados -sin contar Cataluña- en el presente curso, según confirmó José Ignacio Wert. Sin embargo, pese a la oposición de las comunidades, el ministro no consideró necesario volver a convocar una conferencia sectorial para debatir los futuros cambios del borrador, ya que la opinión de las comunidades en este aspecto no es vinculante. Y es que la idea del Gobierno sigue siendo aprobar el decreto en julio para que el nuevo sistema se aplique en el próximo curso.

«Queremos que se suavicen los niveles de exigencias de notas», aseguró la consejera de Extremadura, Trinidad Nogales, quien expresó con claridad el sentir de la mayoría de comunidades, incluidas las del PP. Es la primera vez que los consejeros del partido del Gobierno coincidieron en criticar junto a la oposición el endurecimiento de los requisitos académicos por afectar a «la equidad». Las comunidades plantearon una «mayor modulación» en las notas de Bachillerato y que se tengan en cuenta las diferencias socieconómicas de cada comunidad.

Más tajante en su rechazo al borrador del Gobierno se mostró la consejera catalana Irene Rigau, quien adelantó que el sistema propuesto dejaría 30.000 ayudas sin recibir solo en Cataluña, es decir, al 52% de los becados de esa comunidad. «Si el ministro quiere realmente luchar contra el abandono escolar debe hacer posible el acceso a la enseñanza postobligatoria de la inmensa mayoría de la población», afirmó la consejera catalana. Rigau se mostró confiada en que el ministro Wert «reconsidere» este aspecto.

«Ese sistema rompe la igualdad de oportunidades», insistió la consejera de Andalucía, Mar Moreno. «No puede ser que de dos personas con la misma nota, una pueda seguir estudiando por tener una buena cuenta corriente y otro no pueda acceder a una beca para continuar». Además, la consejera andaluza criticó la «opacidad» de los componentes variables para calcular las becas y la reducción de las cuantías fijas en comparación con las ayudas actuales que incluyen becas por desplazamiento o material escolar.

Y es que el nuevo modelo divide las becas en una cuantía fija (basada únicamente en el nivel de renta familiar) y otra variable que tendrá en cuenta el rendimiento académico y que supondrá un importe mínimo para cualquier becado de 60 euros. También se simplifican los grupos de umbrales de renta, que pasan de cinco a tres. En el más bajo, hasta 13.909 euros en una familia de cuatro miembros, la cuantía fija será de 1.500 euros, además de la exención de la tasa de matrícula universitaria. A estas ayudas habrá que sumar otros 1.500 euros en concepto de residencia si el alumno vive fuera de su domicilio familiar.

Sin embargo, una familia de cuatro miembros con 15.000 euros de renta estaría incluida en el umbral medio (hasta 36.421 euros) y solo tendría derecho a la exención de tasa universitaria y a los 1.500 euros si el estudiante viviese en otra residencia. Y el umbral más alto de renta (38.831 euros para una familia de cuatro miembros) solo a la exención de tasas, además de la cuantía variable en función de su nota.