Un siglo de letras termina
El cierre de la librería La Marina marca el final de una etapa histórica en el comercio tradicional gaditano, sometido a una reconversión sin precedentes
Actualizado: GuardarTodos los días cierran negocios en Cádiz pero no todos los que cierran son iguales. El desplome del consumo familiar, provocado por unos desconocidos -incluso en esta provincia- niveles de paro. Con los establecimientos vacíos de clientes, los estantes también se quedan sin productos que vender. Nadie los reclama por la caída de poder adquisitivo y el pánico de los pocos que conservan alguno. Esta situación, sostenida durante cinco años y agravada durante los últimos 18 meses, se cobra víctimas cada día. En vez de cerrar los ojos por última vez, echan la baraja de forma definitiva.
Pero en el largo listado hay algunos locales simbólicos y, entre ellos, la librería La Marina ocupa lugar de excepción. Joya del patrimonio comercial gaditano, otrora deslumbrante, ha mantenido sus puertas abiertas, siempre con la misma actividad, de las más nobles que cabe en el comercio, desde 1917 de forma ininterrumpida con tres propietarios distintos.
Por sus pasillos aromatizados han pasado tantos nombres de autores ilustres e impresos como clientes memorables, además de los más importantes: los miles de anónimos lectores.
Aunque La Marina se mude -se funda con otra librería infantil en un nuevo local del casco antiguo (Sagasta con Benjumeda)- cabe lamentar el final de un ciclo. Quizás estaba condenada, era irremediable. Caería en esta crisis, o en la próxima, pero marca la defunción de un comercio especializado, minorista, con esencia y sabor, en locales con décadas de vida, con estructura añeja, que invitaban a la pausa, el susurro y el trato personal. Comercios de otra época. Una que ya pasó.