
Hacienda no detectó los errores porque nunca supervisó a la infanta
La Agencia Tributaria no incluyó en su informe el único piso que sí vendió la hija del Rey antes de comprar la mansión de Pedralbes
MADRID. Actualizado: GuardarEs posible que, en su origen, el error surgiera por la confusión del DNI de la infanta Cristina. Esa es, desde luego, una de las hipótesis de trabajo de los investigadores. Pero la Agencia Tributaria nunca cruzó los datos falsos que atribuían a la hija del Rey las ventas de trece propiedades, como hace con todos los españoles, y por ende jamás exigió el pago de esos impuestos a la hija del Rey, lo que hubiera destapado enseguida la confusión de sus bases de datos. Todo ello, al margen de que la información enviada por el fisco al juzgado de Palma contiene otros errores que nada tienen que ver con el inusual número de carné de la duquesa y que tampoco fueron detectados porque no se cotejaron.
Así lo han confirmado a este periódico varios de los técnicos de Hacienda que analizan el extraño caso de las propiedades de la infanta y que consideran que un «simple error» no explica por qué la Agencia Tributaria no se dirigiera a Cristina de Borbón para exigirle el pago de los impuestos por esas falsas trece ventas, cuando todas las operaciones son revisadas de manera automática al final de los ejercicios fiscales y, muchas veces, de manera personal para evitar la prescripción fiscal.
De acuerdo con los especialistas del Ministerio de Hacienda consultados, es «imposible» que un «error» explique que no se detectara ni uno solo de esos falsos datos en trece operaciones diferentes en dos ejercicios distintos, 2005 y 2006, pertenecientes a cuatro registros situados en tres provincias. Y todo ello teniendo en cuenta de que se trataba de compraventas por valor de 1,4 millones de euros, una cuantía suficientemente importante para no pasar desapercibida.
Del mismo modo, los especialistas avalan la tesis de que el DNI 00000014Z esté en el origen de la confusión porque consideran «totalmente imposible» que alguien, una vez que esas fincas se habían vendido y registradas las transacciones en la Agencia Tributaria bajo ese DNI, pudiera haber manipulado a posteriori las bases de datos. De hecho, explicaron responsables de esos sistemas, ningún técnico puede alterar 'motu proprio' esos archivos, como tampoco podría haberlo hecho Hacienda en la remisión de datos al juez del 'caso Nóos', aunque hubiera sido consciente de que estos estaban equivocados. En el caso de detectarse un error, para subsanarlo, es necesario un proceso complejo «y muy garantista» en el que intervienen diferentes organismos.
«Inverosímil»
El presidente del sindicato de inspectores de Hacienda, Carlos Cruzado, abundó en la tesis de los especialistas y tildó de «inverosímil este cúmulo de errores», pero aun consideró más increíble que la Agencia Tributaria no «reparara antes en el error». Cruzado dijo no poder asegurar que la infanta goce de privilegios fiscales, pero insistió en que es «evidente» que sus datos no se cruzaron. Tesis que sostienen todos los técnicos que estudian este caso.
Pero las fincas de Barcelona, Alicante y Ciudad Real no son el único «error» de Hacienda relacionado Cristina de Borbón. El informe remitido al juez José Castro sí incluye la compra del palacete de Pedralbes por parte de la infanta y su marido, pero no la venta de ambos de su anterior domicilio, en el número 55 de la avenida de Pedralbes. Los duques, según consta en la información fiscal de Iñaki Urdangarin recogida en el sumario, vendieron ese inmueble el 15 de marzo de 2006 por 2.164.268 euros, pero en la información de Hacienda sobre Cristina de Borbón no hay mención alguna a este piso. Un nuevo error que, explican fuentes de la investigación, en este caso no se puede imputar al DNI de la infanta y que tampoco fue detectado hace años porque esos datos asimismo tampoco se cotejaron.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, entretanto, rompió ayer cinco días de silencio sobre el informe de la infanta, pero aclaró muy poco. «Lo ocurrido es sencillamente un error de procedimiento administrativo y no tiene mayor alcance». «Los errores existen», minimizó.
Lo paradójico es que, pese a insistir en que no se puede hablar de algo distinto a eso, a un despiste en un proceso «en el que se manejan millones y millones de datos», el ministro admitió que «técnicamente» no tiene ni la menor idea de en qué consiste ese «error» ni cómo es posible que no saltara antes o que estuviera multiplicado por trece. «Cuando tenga la investigación cerrada ya les haré la aclaración», explicó Montoro en el Congreso de los Diputados. El titular de Hacienda sí pidió en todo caso disculpas a la Casa del Rey.