Francisco Pérez de los Cobos, conservador y antinacionalista
El Tribunal Constitucional recupera la unanimidad de sus miembros en la elección de su presidente hasta 2016
MADRID.Actualizado:«Soy crítico con el nacionalismo». Francisco Pérez de los Cobos, el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, se dibujó así en medio de la polémica que desató hace tres años un libro suyo en el que arremetió contra los nacionalistas catalanes y en el que calificó de «onanismo» sus actuaciones políticas. Esta beligerancia, en cambio, no se compadece con sus posiciones ideológicas en otros terrenos, en los que, desde el conservadurismo, mantiene posturas conciliadoras con los planteamientos progresistas.
La corte que vela por el cumplimiento de la Constitución no veía una unanimidad en la elección de su presidente desde hace más de una década. Una división entre los bloques progresista y conservador que ha contribuido en buena medida al desprestigio de la institución y a que se le cuelgue el sambenito de tribunal politizado. La unanimidad de ayer es fruto del esfuerzo de ambos sectores para recuperar la reputación perdida. La actual mayoría de siete a cinco a favor los conservadores convenció asimismo a los progresistas de la inutilidad de plantear batalla.
Sea por un motivo u otro o por la suma de todos, el caso es que Pérez de los Cobos va a presidir el Constitucional en uno de los momentos más delicados de sus 33 años de historia. Tiene sobre la mesa asuntos de extrema complejidad y gran repercusión social. Entre ellos, la declaración de soberanía del Parlamento de Cataluña, la ley de plazos del aborto, la reforma laboral, el recurso del exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi contra su condena, los programas de ajuste del Gobierno con la supresión de la paga extra de Navidad del año pasado, el euro por receta, y la relación puede seguir varias línea más. Una agenda que De los Cobos tendrá que manejar con tino y control de los tiempos.
El nuevo presidente del tribunal no figuraba en los planes iniciales del PP para ser magistrado de la corte y debe su ingreso en la misma al veto durante tres años de los socialistas a la elección de Enrique López en el cupo del Senado. Una negativa que hizo que el partido de Mariano Rajoy desistiera de respaldar su candidatura y buscó la fórmula más conciliadora de De los Cobos. Y así fue, resultó elegido sin apenas votos en contra por la cámara alta en diciembre de 2010 aunque no va a recuperar los tres años de mandato perdidos por el bloqueo de los dos grandes partidos, de modo que concluirá su labor en 2016.
Derecho Laboral
Su antinacionalismo es, como él dijo, «general» y no limitado al catalán. El nacionalismo, apuntó en el libro 'Parva memoria', es «la única ideología capaz de seguir produciendo pesadillas». También escribió «¡cuánta mediocridad tapan las banderas! Quizá se inventaran para eso». Ya en el Constitucional mostró sus credenciales al firmar un voto particular contra la sentencia que vio legal la participación de Bildu en las elecciones de 2011. También se sumó a la mayoría contra el recurso de Otegi para la suspensión de su condena. Con estos antecedentes, no es descabellado pensar cuál va a ser su opinión cuando se vea la impugnación de la condena del exportavoz de Batasuna o los recursos contra las medidas soberanistas en Cataluña.
Harina de otro costal serán otros asuntos de alta sensibilidad social e ideológica. El flamante presidente se sumó al bloque progresista de la corte para avalar el matrimonio homosexual, fue el único conservador que lo hizo. Como especialista en Derecho Laboral tendrá mucho que decir en la reforma del mercado de trabajo recurrida por el PSOE.
Lo que no es una incógnita es que se trata de un magistrado muy respetado en la carrera judicial. El currículum profesional del hijo del médico del municipio murciano de Mula, soltero y sin hijos, es de los que dejan con la boca abierta a sus 51 años. Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, se doctoró en la italiana de Bolonia; fue catedrático en las universidades de las Islas Baleares, Autónoma de Barcelona y Complutense de Madrid; miembro del Consejo Económico y Social; miembro de numerosos y prestigiosos organismos internacionales de juristas; y autor de más de un centenar de publicaciones especializadas.
Pero no todo en la vida es leyes y trabajo. Además de ser un viajero cultural contumaz, es un gran aficionado a la poesía, en la que incluso ha hecho pinitos. «Tanta vida a destajo/ tanto empeño/ tanto afán malogrado/ o satisfecho», escribía hace tres años. O «para sí quisiera/ el hombre el cariño sincero/ que la liendre muestra por su pelo», redactó con sentido del humor.