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Interior de la Bolsa de Madrid. / Efe
MERCADOS | MADRID

Gran expectación

El Ibex-35 cerró la sesión con un descenso del 1%, para dar un último cambio por debajo de los 8.100 puntos

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

La sesión definitiva. Al menos, por un tiempo. La Reserva Federal norteamericana celebraba una reunión ordinaria de política monetaria y su presidente, Ben Bernanke, daba una rueda de prensa después. En Estados Unidos no sucede como en Europa. El presidente del Banco Central Europeo siempre rinde cuentas después de su reunión de política monetaria. En cambio, Bernanke sólo lo hace de vez en cuando. Así que las ganas de escucharle eran muchas. Lo malo es que el presidente de la Fed hablaría sólo después de cerrados los mercados europeos. Lo mismo ocurriría con su decisión y con el comunicado posterior a la reunión. La autoridad monetaria, además, daría sus previsiones de PIB, paro e inflación para la primera economía del mundo.

Si en la sesión anterior dominó la calma en los mercados y también los números verdes, en la de ayer, dominaron los números rojos. Los inversores se prepararon para las posibles malas noticias que podía dar Bernanke: reducción desde ya de las compras de deuda. También es verdad que las pérdidas no fueron muy excesivas. El índice que más cayó fue el Ibex-35, con un descenso del 1%, para perder los 8.100 puntos y quedarse en los 8.098,30 puntos. A continuación, el Ftse Mib de Milán, que perdió un 0,94%. El PSI-20 de Lisboa, por su parte, bajó un 0,63%. El Cac 40 francés se dejó un 0,55%. El Dax alemán y el Ftse 100 británico, alrededor de un 0,40%.

Los indicadores de Estados Unidos también comenzaban la sesión con pocos ánimos o, mejor, a la expectativa de lo que haga su banco central. Los mercados europeos, pues, tendrán que cotizar la decisión de la Fed y las palabras de Ben Bernanke hoy mismo. Los mercados esperan que ya este año comience a reducir las compras de activos, pero que no suba los tipos de interés hasta el año 2015.

Buenos datos de exportaciones en Japón

Ayer tuvieron referencias importantes también. Por ejemplo, las noticias procedentes de Japón. Las exportaciones crecieron un 10,1% en mayo, por encima del 6,5% esperado por los analistas y por encima del 1,1% que habían avanzado el mes anterior. El Banco de Japón está cumpliendo con su objetivo de impulsar las exportaciones gracias a la buscada debilidad del yen. Las importaciones crecieron menos de lo previsto: un 10%, frente al 10,8%. Se aceleraron, pues, respecto al mes anterior, cuando la subida fue del 5,5%. Con ello, el déficit comercial fue inferior al esperado por los analistas. Gracias a esas referencias, el índice Nikkei de Tokio subió un 1,83%. Parece que hay otras vías para ganar competitividad que no pasan sólo por la rebaja de los salarios.

En Europa no conocimos datos muy relevantes. Sólo las actas de la última reunión del Banco de Inglaterra: sus nueve miembros votaron a favor de mantener la política monetaria inalterada.

En Estados Unidos, la única referencia importante vendría de la mano de la Reserva Federal. En el mercado de renta variable dominaron los números rojos. En el de deuda, la estabilidad. La rentabilidad del bono alemán a diez años se mantuvo en el entorno del 1,55%. La del bono americano a ese mismo plazo, en el 2,18%. No sólo ocurrió eso con la deuda “core”. Lo mismo sucedió con la periférica. La rentabilidad del bono español a diez años se mantuvo en el 4,53%, la del bono italiano, en el 4,26%.

Con ello, la prima de riesgo de la deuda española se mantuvo levemente por debajo de los 300 puntos básicos. Y la de Italia, en los 270. En el mercado de divisas, el euro se mantuvo en el entorno de 1,34 dólares. En el mercado de materias primas, el barril de Brent subió un 0,18%, hasta superar los 106 dólares. El de West Texas se mantenía plano en el entorno de los 98 dólares. El oro también subió, quizás porque algunos inversores se vieron necesitados de refugios ante la posibilidad de que la Fed diera malas noticias.

Mal día para constructoras y bancos

Al índice español le fue peor que a otros por el mal comportamiento de las constructoras. FCC fue la peor entre todas y el valor que más cayó del selectivo, con su descenso del 5,17%, después de que su filial Alpine se haya declarado en concurso de acreedores, una situación que restará 289 millones de euros a las cuentas de FCC. A continuación, Sacyr. Los inversores quizás aprovecharan la coyuntura para recoger los sustanciosos beneficios acumulados en las últimas sesiones. Sus títulos retrocedieron un 4,65%. OHL, por su parte, perdió un 2,26%, y Acciona, un 2,16%.

Tampoco fue un buen día para la banca. Sobre todo para la mediana. Bankinter perdió un 4,06%. CaixaBank, por su parte, se dejó un 2,28%. El resto de entidades financieras también terminó la sesión en negativo. De este modo, BBVA perdió un 1,59%, mientras que Santander cedió un 1,35%. Popular, mientras, se dejó medio punto porcentual. El resto de grandes valores terminaron la sesión en negativo. Así, Telefónica cedió un 1,59%. Iberdrola, mientras, perdió un 0,85%. Y Repsol, un 0,68%.

En positivo, únicamente cinco valores. El que más subió fue Dia, que se apuntó un 1,15%. A continuación, pero lejos, Enagás, que avanzó un 0,21%, mientras que Viscofán ganó un 0,17%, Inditex y Mapfre se apuntaron un 0,11% cada uno. IAG también se salvó de las pérdidas, pero sólo fue capaz de terminar en tablas.

En el Mercado Continuo, Gamesa fue el valor que más cayó, con un descenso del 8,67%. A continuación, Colonial, que también se dejó más de un 8%. Estos dos valores, junto a Adolfo Domínguez, fueron los únicos que retrocedieron más que FCC. En verde, Baviera fue el valor que más subió, con una revalorización del 8,50%. A continuación, Prosegur y Tavex, que avanzaron alrededor de un 3%.