Reconocimiento para una leyenda viva de la música
“Envidio a los artistas plásticos”, afirma el compositor Pierre Boulez, galardonado con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento
MADRIDActualizado:“La transgresión ha sido el horizonte de mi vida y mi afán más constante. Transgredir es la única manera de crear nuevos mundos, y esa sigue siendo mi gran aspiración”. Palabra del maestro Pierre Boulez, que con 88 años y la cabeza en su sitio no se doblega y sigue buscando nuevos universos sonoros. Una búsqueda incesante que le ha llevado a protagonizar varias revoluciones musicales a lo largo de más de casi siete décadas de actividad y que ha sido reconocida con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Música Contemporánea que recoge este jueves.
Con alguna limitación física y el intelecto plenamente alerta, Boulez lamentó la profundidad del abismo que separa al gran público de la música contemporánea. “Envidio a los artistas plásticos, capaces de conectar con más facilidad con la gente”, dice. Para derribar esa barrera que separa al público de la música más audaz es necesario, a su juicio, “que la música se incorpore a la formación desde la infancia” y que se la trate como las matemáticas o la literatura. Así lo propuso el compositor y director, de vuelta hoy de la batuta, horas antes de acudir al Teatro Real para presencia el ensayo de una de sus obras cruciales, ‘Notations’. “Música y ciencia son, al fin y al cabo, dos formas de pensamiento y siempre he estado a favor de su unión”, afirma el maestro, quien también reivindica el mundo de la intuición, la imaginación y la poesía.
Se le premia por ser “no solo un compositor de primer nivel que mira con determinación hacia el futuro, sino también una personalidad comprometida en todos los aspectos de la reflexión y la transmisión de la música”. Así lo destacó un jurado que apreció que “el conjunto de sus actividades revela su agudo sentido de la responsabilidad intelectual y social como artista en la época moderna”.
Nacido en Montbrison (Francia) en 1925, Boulez fue una de las figuras centrales de vanguardia histórica surgida en los años 50 en Darmstadt (Alemania) como reacción a las heridas éticas -también en la música- que abrió la II Guerra Mundial. Un grupo genial constituido, junto con él, por compositores de la talla de Stockhausen, Berio, Ligeti y Nono. A Boulez se le considera el nexo entre sus maestros, su generación y los compositores actuales.
Leyenda viva de la cultura y el pensamiento por su infatigable búsqueda de nexos entre lo simple y lo complejo, dice arrepentirse de no haber dedicado a la composición el tiempo que la ha robado la dirección orquestal en la que se ha mantenido hasta hace muy poco. Ha sido batuta invitada en los festivales de Bayreuth, Donaueschingen, Salzburgo, Berlín o Edimburgo, y titular de grandes orquestas como las Cleveland, la BBC de Londres, la Filarmónica de Nueva York y la de Chicago, de la que es director emérito, entre otras.
Sus obras como pensador y pedagogo supusieron un cambio radical en la forma de entender la música -desde ‘Penser la Musique aujourd’hui’ (1964) hasta ‘Notations’ (1984 y 1999)-. Su trayectoria se completa con su trabajo como gestor institucional y generador de proyectos de investigación y desarrollo musical de nuestro tiempo, como el Institut de Recherche et de Coordination Acoustique/Musique (Ircam), el Ensemble Intercontemporain, la Cité de la Musique o la Ópera Bastilla.