Critican presiones para legalizar la venta de «falsos brandies»
El sector vitivinícola ha solicitado un encuentro con Arias Cañete para denunciar que intereses comerciales amenazan la supervivencia del producto
Actualizado:Varias asociaciones de productores, cooperativistas y destiladores han pedido una reunión al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para expresarle su oposición a que el reglamento comunitario de bebidas espirituosas autorice la fabricación de «falsos brandies».
En un comunicado de prensa, representantes vitivinícolas de ASAJA COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España y de la asociación de destiladores ADEVIN, alertan que «intereses comerciales amenazan diez siglos de tradición y prestigio en la elaboración del brandy».
Por ello quieren analizar con el ministro «en profundidad» «los movimientos comunitarios del lobby de bebidas espirituosas» para modificar el reglamento comunitario regulador sobre la fabricación de brandy, algo que tendría «repercusiones negativas» para el sector.
Explican que productores, cooperativas y destiladores han tenido conocimiento «de los movimientos existentes a nivel europeo, pero principalmente en España», para cambiar la actual definición del producto.
El reglamento comunitario vigente lo define como «bebida espirituosa obtenida de aguardientes de vino, destilados a menos de 94,8 % vol., siempre que dicho destilado no exceda el 50 % en grado alcohólico del producto final».
ara productores, cooperativistas y destiladores resulta «totalmente inaceptable» que ahora se empuje para permitir en la elaboración de brandy el uso «de hasta un 50 % de alcohol procedente de la destilación de subproductos, cuyos únicos destinos reglamentarios actuales son los usos industriales y carburantes».
En su comunicado recuerdan que Francia habilitó años atrás «un mecanismo fraudulento» para permitir el uso de estos alcoholes industriales en la fabricación de bebidas alcohólicas.
El sector vitivinícola español y la administración española han logrado «con gran esfuerzo» que la Comisión Europea desautorice esta práctica porque, entre otras cuestiones, supone «una ventaja competitiva sustentada por una práctica desleal con el resto del sector vitivinícola comunitario».
Sin embargo, estas organizaciones apuntan a que «según la información» que han recabado ahora se pretende ahora «ir más allá» para permitir la creación de una nueva categoría de producto brandy (el blend brandy), para cuya fabricación se propone permitir el uso de «hasta un 49 %, de otros alcoholes agrícolas de procedencia distinta de la uva, como las melazas u otras materias primas de contenido sacárico».
Recuerdan que el sector vitivinícola español y de todo el sur europeo y las respectivas Administraciones Públicas afectadas han librado «múltiples batallas» como para «aceptar ahora el uso de alcoholes de otras procedencias en la fabricación de falsos brandies».